En mis primeros años como periodista, hay dos anécdotas que me quedaron grabadas a fuego y recuerdo cómo si fuera ayer. El 4 de mayo de 2016, el entonces presidente de Gas Natural Fenosa, Salvador Gabarró, aseguró a sus 80 años que esperaba que alguien le cogiera el relevo "más pronto que tarde". "No depende de mí, me iré cuando me dejen, que ya tengo ganas", explicó poco antes de la junta de accionistas de la multinacional. Todo dependía de La Caixa y en concreto, de su presidente Isidre Fainé que fue precisamente quién le cogió el relevo. Gabarró murió el 17 de marzo de 2017 poco después de colgar las botas de directivo.
El 20 de abril de 2017, Fainé se estrenó "constipado" como flamante presidente de Gas Natural (ahora, Naturgy). Un periodista se atrevió a preguntarle por la jubilación y el presidente de La Caixa que entonces tenía 74 años le preguntó a su jefe de gabinete: "Me lo dice a mí?". Al ver que sí, Fainé respondió lo siguiente: "Cuando salgamos de la junta, a pesar de que hoy no estoy demasiado en forma, me gustaría hacer los 100 metros por la Diagonal, a ver quién gana". Toda una declaración de intenciones. "Mi vida es de servicio", añadió.
Fainé: "Cuando salgamos de aquí, a pesar de que hoy no estoy demasiado en forma, me gustaría hacer los 100 metros por la Diagonal, a ver quién gana"
Después de 40 años en La Caixa, Fainé tiene ahora 79 años y hace un par de meses recibió la medalla conmemorativa de Foment del Treball durante la celebración de los 250 años de la patronal catalana. El presidente de la fundación bancaria participó este lunes en el segundo centenario de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País (SEBAP) y reivindicó volver a los propósitos fundacionales de Francesc Moragas que fue el primer director de La Caixa con "el trabajo en la cabeza y la gente en el corazón". Ganar e invertir dinero, también en obra social. "La regla de oro es tener capacidad para adaptarse al entorno sin dejar de ser fiel a los valores fundacionales", apunta Fainé.
Las tormentas de Oliu
Este miércoles fue el turno del presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, en una conferencia en la Cambra de Comerç de Sabadell que se ha convertido ya en toda una tradición de año nuevo. A sus 72 años, Oliu se muestra más optimista que nunca: "Es un momento muy interesante de cambio de paradigma". El paseo militar, tormentas y otros palos a la banca son cosas del pasado.
"Pienso cada día en retirarme, pero no sé si será con 75 años... Seguiré mientras mi presencia sea necesaria y tenga salud. Estoy en plena forma y no he dejado de hacer prácticas de deporte de riesgo", aseguró Oliu un 1 de febrero de 2019 a Madrid. Hace muchos años, su padre Joan Oliu le dio un consejo que tiene muy presente: "Tener actitud ante la vida y el trabajo".
Oliu: "Pienso cada día en retirarme, pero no sé si será con 75 años... Seguiré mientras mi presencia sea necesaria y tenga salud. Estoy en plena forma y no he dejado de hacer prácticas de deporte de riesgo... Dejaré el banco en buenas manos"
En un discurso como catedrático de la Universidad de Oviedo, el presidente del Banco Sabadell explicó que "a la hora de recorrer el relato de todo aquello hecho en vida, nada es gratis. Solo puedo pensar en aquello que he dejado de hacer". ¿Y que ha dejado de hacer? Lo tiene muy claro: leer, navegar o hacer safaris. Todo sea por un deporte de riesgo cómo la banca.
De Josep Oliu recuerdo un 31 de enero de 2020 cuando un periodista le preguntó por la jubilación - no era el mismo que ya le había preguntado a Fainé- y sobre el legado presidencial en el Banco Sabadell. "Pienso dejar un buen sistema de gobierno corporativo, una solvencia adecuada y una rentabilidad adecuada para el accionista. Y sobre todo, pienso dejar el banco en buenas manos", aseguró.
El gran banco catalán
El periodista y escritor José Martí Gómez aseguró en una entrevista en VIA Empresa que "Isidre Fainé y José Manuel Lara intentaron fusionar La Caixa y el Banco Sabadell, pero Josep Oliu lo frenó". Era el verano de 2019 y acababa de publicar el libro Los Lara. Aproximación a una familia y a su tiempo (Galaxia Gutenberg y La Maleta de Portbou).
Gómez: "Isidre Fainé y José Manuel Lara intentaron fusionar La Caixa y el Banco Sabadell, pero Josep Oliu lo frenó"
El gran banco catalán fue una operación frustrada. "Hay demasiadas duplicidades entre La Caixa y el Sabadell en Catalunya para fusionarse, a no ser que haya un interés político...", apuntaba también Roger Vinton el septiembre de 2019 después de ser entrevistado por su libro La Gran Telaraña (Edicions Periscopi). Lara murió el 31 de enero de 2015 de quién Fainé dijo que "tenía la costumbre de preguntarse cada día qué había hecho bien, qué había hecho mal y que podía hacer mejor".
Este mes de febrero también se cumplen dos años desde que Isidre Fainé y Josep Oliu comparecieron en el Parlament en la comisión de investigación sobre la aplicación del 155 en Catalunya. Los dos negaron presiones políticas después del referéndum del 1 de octubre y cada cual lo hizo a su ritmo y con su discurso bien estudiado. El presidente de La Caixa reivindicó ser "tan catalanes o más" que antes de mover la sede social y el presidente del Banco Sabadell negó haber recibido "presiones de la Corona o el Gobierno" pero sí que detalló una llamada a CaixaBank para avisar del cambio de sede.
Marcet: "Pensar en términos de legado no es ninguna tontería, es la capacidad de mirar desde el futuro y el presente que perdurará"
Decía Xavier Marcet en un artículo en La Vanguardia que "el legado no tiene que ser solo individual, puede ser un legado colectivo. Pensar en términos de legado no es ninguna tontería, es la capacidad de mirar desde el futuro y el presente que perdurará." ¿Qué recordarán y que recordaremos? Isidre Fainé y Josep Oliu forman parte de la historia viva de la banca catalana. ¿Quién les cogerá el relevo y cuándo? ¿Quiénes serán los nuevos Fainé y Oliu? Se preguntan muchos, año tras año. Nadie tiene la respuesta, muchas son las apuestas en un auténtico laberinto de nombres. El futuro bancario catalán y español depende en gran medida de su liderazgo, su legado y su relevo.
De momento, pero, queda bien claro que con 72 y 79 años, respectivamente, no tienen pensado jubilarse todavía y siguen construyendo legado. Las agujas del reloj no paran y parafraseando la canción titulada Dos hombres y uno destino, Isidre Fainé y Josep Oliu viven por el amor de la banca, el negocio y el poder.