
La expansión de LABORAL Kutxa en Catalunya me ha permitido conocer otras experiencias muy interesantes y enriquecedoras. Sin duda, una de ellas es el programa Escola i Empresa de FemCAT.
Las más de 160 personas que intervienen en el mismo como ponentes creo que realizan una excelente labor a la hora de poner en valor ante el alumnado el papel de la empresa y las personas que la dirigen. En el entramado económico y social, la figura empresarial se erige no solo como un motor productivo, sino también como un agente generador de valor, cultura y transformación. Si bien tradicionalmente han sido percibidos como actores centrados en la rentabilidad, el empresariado moderno está evolucionando, ahora es un acto relevante en la construcción de futuro, y ejerce un liderazgo con una visión mucho más allá de la necesaria rentabilidad de cualquier proyecto. Hoy, su papel debe trascender las fronteras del mercado para anclarse en un compromiso activo con el desarrollo sostenible, la innovación, la ética y el bienestar colectivo.
La empresa, como extensión de la visión de las personas que la dirigen, es un organismo vivo que se relaciona constantemente con su entorno. Ya no basta con generar empleo o pagar impuestos; se espera en las personas que lideran empresas una actitud proactiva hacia la mejora de la sociedad. Esto implica responsabilidad social, compromiso ambiental, impulso a la educación, inversión en cultura e idioma propios y fomento del emprendimiento. Las grandes empresas —y también muchas pequeñas— ya no se limitan a ser entidades económicas: son espacios de formación de valores, inclusión, diversidad y solidaridad.
Uno de los legados más valiosos que una empresa puede dejar es precisamente el de una visión que inspire a las futuras generaciones. Este legado no se transmite únicamente a través de un proyecto empresarial pujante y rentable, sino también mediante el ejemplo. La ética en los negocios, la resiliencia ante la adversidad, la apuesta por la innovación y el respeto por las personas son rasgos que, cuando se consolidan en la cultura empresarial, perduran más allá del tiempo de actividad de quienes la fundaron.
Las culturas organizacionales que promueven el bienestar, el aprendizaje continuo, la creatividad y el respeto por la diversidad multiplican su impacto
Como socio trabajador de LABORAL Kutxa me siento orgulloso del legado recibido de las personas que nos precedieron en nuestra entidad. En LABORAL Kutxa llevamos más de 65 años como cooperativa de crédito, desde nuestro nacimiento en la experiencia cooperativa de MONDRAGON, hasta nuestra consolidación como referentes de una banca cooperativa cercana y útil. Una banca comprometida con su entorno.
Somos una entidad financiera con valores, competitiva, solvente y rentable a largo plazo, siempre con el objetivo de dejar un legado mejorado a las siguientes generaciones. Entre los ejemplos concretos que podría explicitar, destacaría nuestro programa Gaztenpresa (empresa joven, en euskera), a través del cual acompañamos a las personas de nuestro entorno que quieren emprender, para que lo hagan con las mayores garantías de éxito, generando riqueza a través de la creación de empleo.
El legado también se transmite desde lo interno hacia lo externo. Las culturas organizacionales que promueven el bienestar, el aprendizaje continuo, la creatividad y el respeto por la diversidad multiplican su impacto al extender esos valores a los entornos de influencia de las personas que forman parte de la empresa, a las comunidades donde operan y, por supuesto, a sus clientes y aliados estratégicos. Así, la empresa se convierte en una escuela de ciudadanía, una plataforma de desarrollo humano, un nodo de transformación.
Nuestra expansión en Catalunya la afrontamos con ilusión, basándonos en nuestros valores y propósito, con la vocación de contribuir a construir una comunidad más próspera, igualitaria y sostenible, expandiendo una cultura cooperativa solidaria y corresponsable.
Tenemos mucho que aportar, y también mucho que aprender de las experiencias que ya se viven en Catalunya, como el programa Escola i Empresa.
Con toda humildad, pero también con toda nuestra determinación; esa que nos ha guiado durante nuestros 65 años de historia.