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Fútbol español: los propietarios del circo (II)

Una de las propiedades más repartidas es la del Girona FC, que hace años que vive en la órbita del Manchester City

Imagen de conjunta de Pere Guardiola, Marcelo Claure y Ferran Soriano | Girona FC
Imagen de conjunta de Pere Guardiola, Marcelo Claure y Ferran Soriano | Girona FC
Barcelona
08 de Septiembre de 2023

La semana pasada pusimos el foco en los clubes de la Primera División española que tienen propietario local, de forma que ahora toca hablar de aquel 30% con un amo extranjero. En Almería no deben ser muy aficionados al fútbol, porque cuesta mucho que los clubes arraiguen. La Agrupación Deportiva Almería existió solo entre 1971 y 1982, el Club Polideportivo Almería nació en 1983 y desde entonces ha tenido una vida intermitente, mientras que la Unión Deportiva Almería -la más representativa de la provincia- tiene una fecha de fundación tan reciente cómo el 1989. En verano del 2019, el saudí Turki bin Abdulmohsen bin Abdul Latif Al-Sheikh, más conocido como Turki Al-Sheikh, adquirió la propiedad de la UD Almería, la cual había poseído durante los últimos dieciséis años, el empresario murciano Alfonso García Gabarrón.

 

El nuevo propietario es una persona próxima a la familia real saudí y es reconocida su afición al fútbol. Hace un par de años organizó en Riad (capital de Arabia Saudí) la Maradona Cup, un torneo amistoso donde tomaron parte el Barça y Boca Juniors (los azulgranas perdieron en la tanda de penaltis). A pesar de que las cifras del mundo del fútbol acostumbran a llevar siempre una sombra de duda, siempre se ha dicho que Al-Sheikh pagó unos 20 millones de euros para obtener la propiedad de la UD Almería, además de asumir la deuda, que era de 7 millones. También se ha publicado que las dos primeras temporadas llegó a invertir hasta 40 millones más. Este año, para la temporada 2023-2024, se han gastado más de 52 millones de euros para fichar dieciséis jugadores.

Marcelo Claure es fundador del actual club de Leo Messi

Una propiedad más repartida es la del Girona FC, que hace años que vive en la órbita del Manchester City. La sociedad matriz del club de Guardiola, City Football Group, es titular del 47% de las acciones del club gerundense. En 2017, la entidad inglesa y el agente de jugadores Pere Guardiola Sala (hermano del entrenador de Santpedor) adquirieron cerca del 90 % del club, repartiéndoselo a partes iguales. Hace tres años, el inversor catalán se replegó para dar paso a un nuevo accionista, el boliviano Marcelo Claure. La situación actual nos muestra el City Football Group como máximo accionista, con el 47% del capital, seguido de Claure con un 35% y de Pere Guardiola (a través de la sociedad Girona Football Group) con el 16%. Quizás se están preguntando que hace un boliviano comprando acciones de un club catalán, pero es que Claure ya tiene experiencia en esto de gestionar clubes de fútbol. Él fue fundador y propietario del ahora popular Inter de Miami (club del cual volveremos a hablar más adelante) y presidente del Club Bolívar, uno de los grandes de la liga de aquel país que también está vinculado al City Football Group.

La fortuna de Claure proviene del mundo de la telefonía, dado que en 1997 montó la compañía Brightstar, con sede en Miami, que tuvo un gran éxito entre la comunidad latina de los Estados Unidos. Después ha sido vinculado a la firma de telecomunicaciones Sprint (ahora en manos de T-Mobil) y al grupo japonés SoftBank. Volviendo al sur de la península, allá encontramos el Granada CF, una entidad fundada en 1931 que hace siete años fue adquirida por la firma china Wuhan DDMC a cambio de 37 millones de euros. Los anteriores propietarios eran una familia italiana, los Pozzo, muy vinculada a Catalunya (de hecho viven allí) mientras fueron los propietarios de Casals, una marca de herramientas de bricolaje. Por su parte, la firma DDMC también compró en aquella época un 60% del Parma Calcio 1913 y un 5% de los Minnesota Timberwolves de la NBA. Este verano se ha hablado mucho del interés de un grupo de Texas llamado MountainStar Sports Group para comprar el club, pero, al parecer, la operación no se ha cerrado. Los americanos son propietarios de dos clubes de fútbol (FC Juárez y El Paso Locomotive FC) y de uno de béisbol (El Paso Chihuahuas, el filial del San Diego Padres).

 

El exjugador de la NBA Steve Nash es uno de los propietarios del Mallorca

El RCD Mallorca tiene sus raíces en un club fundado en 1916 bajo la denominación de Alfons XIII FC, un nombre que tuvieron que modificar cuando llegó la República. En aquel momento pasaron a decirse CD Mallorca y durante el franquismo consiguieron el título de real, con el que consolidaron la denominación que conocemos hoy. Hasta este verano, el presidente y propietario era Robert Sarver, inversor de los Estados Unidos, que proviene del mundo inmobiliario (es cofundador de la firma Southwest Value Partners). Ahora continúa siendo el máximo accionista, pero no el presidente. El inversor de Arizona era también el propietario de los Phoenix Suns de la NBA. En 2016 pagó 20 millones de euros para tomar el control del RCD Mallorca, en una aventura donde estaba acompañado por Andy Kohlberg (antiguo tenista) y Steve Nash (el exbasquetbolista). El propietario anterior era el inversor alemán Utz Claassen, que tenía pasado en McKinsey, Ford, Seat (donde fue director financiero con solo 31 años) y a varias empresas energéticas y financieras.

Pero hace unos meses, una investigación y posterior sanción por parte de la NBA por comportamiento xenófobo y racista provocó que tuviera que vender el equipo de baloncesto (por 4.000 millones de dólares al inversor Mat Ishbia, que hizo fortuna con una empresa de hipotecas) y que haya acabado dejando de ser la cara visible del club balear. Probablemente, ahora mismo el hombre más odiado de Valencia y cercanía se llama Peter Lim. Desde el año 2014 es máximo accionista del Valencia CF y parece que sus intereses no están nada alineados con los de los forofos che. El inversor de Singapur invirtió 94 millones de euros en la compra del equipo (70%, actualmente un 90%), pero no los desembolsó, sino que consiguió que le dejara Bankia y, además, hizo que el avalador fuera el mismo club.

Ahora mismo el hombre más odiado de Valencia y cercanía se llama Peter Lim

La errática política deportiva de la gerencia y el hecho que el nuevo estadio del equipo continúe del todo parado (las obras se pararon en 2009, mientras que Lim se había comprometido a continuarlas) son dos de los motivos por los cuales la afición valencianista odia el actual propietario. La sensación es que al inversor le importa muy poco el Valencia CF, hasta el punto de incordiarse cuando su equipo quedó campeón de la Copa del Rey por los gastos que implicaba. La fortuna del magnate se estima en unos 2.500 millones de dólares y su negocio más lucrativo fue la venta de la firma Wilmar, de aceite de palma, por 1.500 millones de dólares cuando había hecho una inversión de solo diez millones. Antes ha sacado la nariz por aquí el Inter de Miami, un club bastante desconocido en Europa hasta el fichaje de Messi, la gran estrella del fútbol mundial.

En la actualidad, el boliviano Claure ya no es accionista del club que fundó porque vendió sus acciones a una familia muy conocida del exilio cubano, los Mas Canosa, furibundos anticastristas en décadas anteriores. Por cierto, el accionista minoritario del club es el exfutbolista David Beckham. Es fácil pensar que el imperio de los hermanos Mas Canosa reste circunscrito a la península de Florida, pero no es así, puesto que el año pasado adquirieron un club español que milita ahora mismo en Segunda División. ¿De qué se trata? Nada más y nada menos que el histórico Real Zaragoza.