El gran Gatsby: el pasado no vuelve

El australiano Baz Luhrmann adaptó The Great Gatsby del escritor Francis Scott Fitzgerald al séptimo arte y el resultado no fue el mejor

Leonardo DiCaprio en una imagen icónica que se ha convertido en ‘meme’. Leonardo DiCaprio en una imagen icónica que se ha convertido en ‘meme’.

No es una tarea fácil adaptar una de las novelas más trascendentales del siglo XX a la gran pantalla. El australiano Baz Luhrmann adaptó The Great Gatsby (El gran Gatsby, 2013) del escritor Francis Scott Fitzgerald al séptimo arte y el resultado no fue el mejor, a pesar de tener una plantilla de intérpretes excepcionales. La historia es clara y relata una época de prosperidad en Estados Unidos con el amor como eje vertebrador.

Carraway toca fondo

La película empieza con el protagonismo de Nick Carraway (Tobey Maguire), vendedor de bonos, en un sanatorio para tratar de curar sus problemas de depresión, alcoholismo e ira. Carraway va explicando al doctor los motivos hasta que llega el momento que no sabe cómo expresarse. La recomendación es que prueba de escribirlo y funciona. Los flashbacks son constantes y cada vez se va conociendo más la vida del protagonista.

Carraway describe Jay Gatsby (Leonardo DiCaprio) como una de las personas más optimistas y una de quién mejor recuerdo guarda. Gatsby empieza siendo un hombre misterioso, rico y que resulta ser el vecino de Carraway en el pueblo ficticio de West Egg, en Long Island. Solo por donde vive, una mansión con todos los lujos posibles, ya se puede comprobar el estilo de vida que debe llevar.

Verano de 1922

El film está excelentemente ambientado hace justo 100 años, verano de 1922, lo que provocó que ganaran el Oscar a mejor vestuario. Después de la primera Guerra Mundial, los Estados Unidos tuvieron los felices años 20, un periodo de prosperidad que no iba acorde con lo que acababa de pasar y lo que iba a venir (el crac de 1929).

La mansión de Gatsby servía como el lugar idílico de celebración de fiestas y lo que se acaba descubriendo es que el motivo principal de estas fiestas es para reencontrarse un día con Daisy (Carey Mulligan), el único amor que ha tenido. Daisy está casada con el multimillonario Tom Buchanan (Joel Edgerton) y es la prima de Carraway, razón por la cual Gatsby se quiere hacer amigo de él.

Antes de entrar en acción, los rumores personales y profesionales sobre Gatsby son varios. Carraway tiene unas altísimas expectativas y está deseando tener un cara a cara. Hasta que recibe una invitación para ir a una de sus fiestas y se hacen inseparables. En cualquier de los momentos vitales del relato, está. La afinidad entre los dos personajes también se ve que lo llevan con facilidad y aquí es donde juega un papel clave lo que ha pasado fuera la pantalla.

DiCaprio y Maguire, amigos dentro y fuera la pantalla

No es casualidad el buen feeling entre DiCaprio y Maguire y es que se conocen desde hace 35 años. Que tengan una relación tan cercana en la película es un gran acierto del director australiano, pero no era la primera vez que coincidían en un reparto. Antes, rodaron juntos en Don’s Plum (2001), un film que no fue muy bien.

 “No es casualidad el buen feeling entre DiCaprio y Maguire y es que se conocen desde hace 35 años”

Una de las grandes reflexiones de El gran Gatsby es sobre el pasado. Ha sido uno de los temas recurrentes de la sociedad a lo largo de los años y la pregunta es si se puede recuperar un amor del pasado. DiCaprio apuesta por el , Maguire por el no. En el film, la luz verde que ilumina el agua es el simbolismo de esta temática.

La película acabó facturando 351 millones de dólares, pero la sensación que dejó fue agridulce por la crítica. Tener de referencia una de las novelas emblemáticas del siglo XX no ayuda y es que los lectores se imaginan los personajes y los paisajes a su manera. Cuando lo ves en la pantalla, la mayoría de veces es decepcionante porque cada uno ya se había construido cómo era cada participante en su imaginario.

The Great Gatsby (el libro) fue un fracaso los primeros años

Y lo más surrealista de todo, pero que a veces sucede, es que Fitzgerald murió el 1940 pensando que The Great Gatsby, publicado el 1925, había sido un fracaso. Las críticas no eran lo suficientemente buenas y las vendas tendrían que haber sido superiores (en el primer año se vendieron 20.000 copias). Fue durante la segunda Guerra Mundial cuando el libro se convirtió en una referencia para la sociedad norteamericana.

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