
Una de las funciones principales de cualquier empresa es generar valor. Un valor que debe ser económico, pero también social y medioambiental. Sin la generación sostenida de valor económico —concretado en forma de beneficios y liquidez— es muy difícil garantizar la continuidad de un proyecto empresarial. En Catalunya cierran cada año miles de empresas. Es cierto que también se crean muchas y, por eso, en los últimos años está aumentando el número de empresas vivas. Pero hay que destacar un hecho relevante: las empresas que cierran se caracterizan por generar pérdidas y no generar la suficiente tesorería para atender sus deudas. Por eso, aumentar las ventas y los beneficios es un reto imprescindible para cualquier empresa.
De acuerdo con los últimos datos del Registro Mercantil (véase la primera tabla), en 2023, un año considerado globalmente bueno, solo el 51,27% de las empresas incrementaron tanto las ventas como los beneficios. Otro 26,75% aumentó los beneficios a pesar de ver reducidas las ventas. En total, un 78,02% de empresas consiguieron aumentar los beneficios, bien sea por el aumento de ventas o por otras mejoras (como la eficiencia operativa y la reducción de costes). Sin embargo, un 21,98% de empresas registraron en 2023 una reducción de los beneficios. Los datos de la primera tabla muestran que vender más no siempre quiere decir ganar más.
Esta realidad puede variar mucho en función del sector de actividad, como se puede comprobar en el estudio de ratios sectoriales publicado recientemente fruto de la colaboración de ACCID, Pimec, la UPF-BSM y el Registre d'Experts Comptables de Catalunya.
Y si esto pasa en un buen año como el 2023, ¿qué pasa en años malos?
Pues si consultamos los datos del año 2020, en plena crisis sanitaria y económica derivada de la covid-19, tenemos un contraste muy claro. En 2020, solo el 21,39% de las empresas aumentaron tanto ventas como beneficios. Otro 19,46% incrementó beneficios a pesar de reducir las ventas. Pero la mayoría —un 59,15% de las empresas— sufrieron una reducción de los beneficios. Es decir, más de la mitad de las empresas destruyeron valor económico. Y un 48,39% de las empresas redujeron tanto las ventas como los beneficios.
Estos datos nos recuerdan que la creación de valor económico no es fácil. Por eso, es relevante recordar los rasgos distintivos de las empresas que consiguen aumentar de manera sostenida tanto las ventas como los beneficios. No se trata de un único factor mágico, sino de un conjunto de prácticas y actitudes que, combinadas, generan ventaja competitiva. Veamos algunas de las más relevantes:
- Liderazgo y equipo comprometido: Tienen equipos directivos con visión estratégica, pero también con personas implicadas a todos los niveles.
- Innovación constante: Son empresas que invierten más en innovación —tanto en productos como en procesos o modelos de negocio.
- Orientación clara al cliente y al mercado: Conocen bien las necesidades de los clientes, se adaptan rápidamente a los cambios y ofrecen propuestas de valor diferenciadas.
- Excelencia operativa y eficiencia en costes: Optimizan procesos, reducen gastos innecesarios y mejoran la productividad, manteniendo la calidad de los productos y servicios.
- Buena gestión financiera: Controlan la tesorería y el endeudamiento, y lo gestionan con prudencia.
- Capacidad de adaptación y resiliencia: Ante entornos cambiantes, estas empresas muestran flexibilidad para reajustar estrategias y recursos.
- Buen gobierno y toma de decisiones ágil: Disponen de mecanismos de gobernanza que equilibran control y agilidad, evitando la parálisis, pero asegurando rigor y alineación con los objetivos a largo plazo.
- Uso intensivo de las tecnologías más nuevas, datos y digitalización: Las decisiones se basan en datos e indicadores, no solo en intuiciones. Las herramientas digitales son clave para analizar comportamientos, anticipar tendencias y optimizar procesos.
En resumen, aumentar las ventas y los beneficios es una condición indispensable para la supervivencia y el crecimiento de las empresas. Aunque no es fácil, las organizaciones que lo consiguen suelen combinar liderazgo, innovación, eficiencia y una gran capacidad de adaptación. En un entorno incierto, estas son las empresas que no solo resisten, sino que avanzan.