La revolución de la protección solar, de Catalunya al mundo

Roka Furadada ofrece fórmulas sostenibles que hasta ahora no se habían visto en el mercado para luchar contra el cáncer de piel

Judit Camargo, CEO de Roka Furadada | Cedida Judit Camargo, CEO de Roka Furadada | Cedida

Nos encontramos a 150.000.000 kilómetros del Sol. De todos modos, da igual que nuestro planeta se encuentre más o menos cerca suyo, que se acerque o no, o que dentro de 5.000 millones de años se lo trague el Sol: este nos sigue quemando. Y es que este hecho no es raro. A pesar de no poder luchar contra el potencial de la estrella que sostiene nuestras vidas, sí podemos protegernos, pero, los protectores solares que existen en la actualidad contienen ingredientes tóxicos y son productos desactualizados: el más reciente en el mercado es de hace 25 años.

Roka Furadada surge precisamente para actualizar esta industria, ofreciendo un producto innovador que permite a los fabricantes desarrollar protectores solares mucho más eficaces, mucho menos tóxicos, y respetuosos con el medio ambiente. Una propuesta diseñada para reducir el índice de cáncer de piel, que en los últimos 20 años ha aumentado un 50% en España, según un estudio realizado por la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

El índice de cáncer de piel ha aumentado un 50% en los últimos 20 años en España

La innovación como principal ingrediente

“Decidí sacar adelante este proyecto cuando trabajaba en Ferrer porque es un producto completamente diferente al que existe en el mercado, hemos desarrollado moléculas nuevas”, explica a VIA Empresa Judit Camargo, fundadora de Roka Furadada, quien, al decidir llevar a cabo la iniciativa acudió a Barcelona Activa para participar en un programa de preaceleración para empresas tecnológicas.

Desde hace cuatro años, Camargo trabaja desarrollando un producto que cuenta con una particularidad: se activa con la radiación solar. “Lo que queríamos era emular cómo funciona nuestro cuerpo, por lo tanto, cuando te pones una crema que contiene nuestro principio activo y te expones a la radiación, se activa y te protege. Cuando no está expuesto, no funciona”. Una solución que permite olvidarse de los factores de protección solar y las limitaciones de las cremas convencionales.

Camargo: “Queremos emular cómo funciona nuestro cuerpo, cuando te pones una crema que contiene nuestro principio activo y te expones a la radiación, se activa y te protege. Cuando no estás expuesto, no funciona”

Un aspecto que se ha visto incrementado en relación con las cremas solares respecto a los años sesenta -donde tiene origen la normativa reguladora actual que recomienda su aplicación cada dos horas-, es su uso. Camargo afirma que "el uso de entonces no tiene nada que ver con el actual", lo que supone un gran incremento del contacto entre productos que contienen ingredientes tóxicos y la piel. Por este motivo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha reclasificado muchos de los filtros que existen. En cambio, la tecnología de Roka Furadada garantiza que los productos desarrollados con su principio activo tienen una duración de más de seis horas. 

Més info: Como actuar ante una quemadura solar?

De Barcelona a todo el mundo

El equipo de 20 personas liderado por Camargo se trasladó a la Incubadora Glòries de Barcelona Activa a mediados de 2020, aunque tiene previsto cambiar su ubicación este año. Además, cuenta con dos laboratorios, uno situado en el Parc Científic de Barcelona, y otro en el Parc de Recerca de la Universitat Autònoma de Barcelona. La fundadora, orgullosa de su equipo, detalla que está conformado por "perfiles muy técnicos donde el 60% somos mujeres".

Roka Furadada ya se ha dado a conocer en todo el mundo lanzando sus fórmulas: Roka Smart UV PvB 360 y Roka Smart UV ITM 330, su primer ingrediente encapsulado. El primer lanzamiento tuvo lugar en Barcelona en septiembre del año pasado durante la feria del Cosmetorium, el punto de encuentro de la industria de la cosmética más importante en España. El segundo fue también en la capital catalana seis meses después, en el In-cosmetics Global, la feria de referencia del sector a nivel mundial, lo que ha permitido a la firma cerrar acuerdos con distribuidores de Europa, Brasil, Asia y Estados Unidos. En la actualidad, la firma sigue trabajando en sus próximos productos poniendo el foco en la sostenibilidad.

El tiempo: un gran obstáculo

Camargo explica que “los tiempos de venta son bastante largos, de entre 12 y 18 meses”, por lo que todavía no están facturando. Aun así, a lo largo de los cuatro años del proyecto han llevado a cabo dos rondas de financiación y, en la última, en 2021, obtuvieron 1,6 millones de euros. En ese mismo año accedieron a financiación del EIC Accelerator, el programa de financiación de la Comisión Europea centrado en las pequeñas y medianas empresas. Entre ayudas públicas han logrado 4,6 millones de euros, y esperan llevar a cabo una nueva ronda antes de finales de año. 

Hacer llegar una molécula de un laboratorio de Barcelona a la otra punta del mundo no es tarea fácil. La fundadora define este viaje de cuatro años como “una experiencia de altibajos muy satisfactoria, donde el crecimiento personal y profesional es exponencial” y destaca tres claves para llevar a cabo un proyecto de esta magnitud: “Tener claro tus fortalezas y tus debilidades, ser perseverante y tener el impulso de saber que estás haciendo una contribución para mejorar la sociedad”.

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