La agenda oculta de Carles Tusquets

Un asunto en manos de Tusquets que puede alterar para siempre jamás la vida del Barça

Carles Tusquets es el fundador de Banco Mediolanum. | Àngel Bravo Carles Tusquets es el fundador de Banco Mediolanum. | Àngel Bravo

Cierro los ojos y veo una estampa clásica en los talleres mecánicos. Un coche elevado un par de metros sobre la tierra gracias a una grúa hidráulica y debajo, un hombre enfundado en una rana azul traginando las partes más íntimas del coche sin que este se pueda defender. Cuando abro los ojos veo a Carles Tusquets Trias de Bes en la sala de máquinas del Barça, manipulando todo lo que le place en medio de una burbuja de alegalidad y connivencias extrañas.

En el momento en que la junta directiva que encabezaba Josep Maria Bartomeu Floreta lo dejó, de manera automática apareció la junta gestora -prevista por estatutos- para regir los destinos del club durante el tiempo en que se tarda a convocar unas elecciones, pero por sorpresa de todo el mundo, el presidente de este gerencia de transición, Carles Tusquets, se empecinó en dilatar plazos para que el voto de los socios entrara en la urna lo más tarde posible, con el riesgo de que no llegara a entrar por culpa de la situación de salud pública que hace casi un año que arrastramos.

Més info: La voladura de un club

Vamos por partes. La existencia de una junta gestora durante el periodo de transición está fundamentada en el hecho de que alguien tiene que organizar las elecciones y también en que la vida del club continúa durante este periodo. Es por eso que esta administración temporal tiene escasas atribuciones, muy menores que las de una junta directiva, y que se tendrían que focalizar en las cuestiones básicas para que el club siga vivo, aquello que popularmente llamamos pagar los recibos del agua y la luz.

Podemos llegar a sospechar que Tusquets sirve a aquellos intereses de los poderosos que siempre han querido controlar el FC Barcelona

En consecuencia, no se entiende que Tusquets haya decidido exprimir los plazos, si no es que él sigue su propia hoja de ruta que no tiene porque ser coincidente con los intereses de la entidad azulgrana. No podemos considerarlo un personaje ajeno a la realidad catalana, porque no es en ningún caso un astronauta que ha aterrizado sobre el club sin conocimientos previos. Al contrario, Tusquets es un referente de la burguesía catalana y de las élites que remueven las cerezas (tesorero del club a finales de los setenta, cargos en la Cambra de Comerç y el Círculo de Economía, además de ser fundador de un grupo de banca privada), de forma que fácilmente podemos llegar a sospechar que sirve a aquellos intereses de los poderosos que siempre han querido controlar el FC Barcelona.

La decisión

Pero qué decisiones puede estar tomando Tusquets durante esta transición tan sobredimensionada? Además de una negociación con futbolistas, con deportistas de otras secciones y con personal en general, para la que seguramente no tenía atribuciones, estos días hay un asunto en manos de Tusquets que puede alterar por siempre jamás la vida del club. Se trata de lo que se conoce como Barça Corporate, y que consiste en qué determinados activos críticos de la entidad pasarían a estar integrados en varias sociedades filiales del Barça, donde se admitiría la entrada de accionistas que no serían el mismo club.

Sin duda, la creación y venta parcial (alrededor de un 40% del capital) de estas firmas filiales de la entidad azulgrana esconde una desmutualización encubierta del Barça, que vería como algunos de sus principales activos dejarían de ser su propiedad para resultar propiedad compartida con terceros. Si la transformación del club en una sociedad anónima deportiva ya sería algo nefasto para el futuro azulgrana, hacerlo por la puerta trasera todavía sería mucho peor porque los socios ni siquiera habrían tenido la posibilidad de decidirlo, sino que la ejecución del plan estaría en manos de un presidente de transición a quién nadie ha elegido.

Si la transformación del club en una sociedad anónima deportiva ya sería algo nefasto para el futuro azulgrana, hacerlo por la puerta trasera todavía sería mucho peor

La importancia capital de la operación yace en el hecho de las principales fuentes de ingresos (derechos de televisión, marketing, etc.) pasarían a quedar fuera del club, de forma que el Barça continuaría existiendo como club -no se transformaría en SAD- pero tendría una existencia del todo virtual, porque el dinero estaría en manos de estas sociedades con accionistas ajenos.

De hecho, no es ni siquiera una idea innovadora, dado que en los tiempos de Núñez como presidente barcelonista se llegó a valorar esta estrategia como sucedánea de la transformación en sociedad anónima. Muy probablemente, el esquema salió de la cabeza de quien fue presidente de la comisión estatutaria y persona de confianza de Núñez, el catedrático de Economía Jaume Gil Aluja.

No es ningún secreto que el proyecto Barça Corporate está sobre la mesa prestada de Tusquets y por lo tanto, no podemos descartar que antes de poder elegir un nuevo presidente se consume este expolio propio de prestidigitadores. Quizás es precisamente esta la causa que el prometedor "As soon as posible" de su toma de posesión se haya transformado a ojos de todo el mundo en un "only when I finish my job".

Més informació
Tusquets: "La Cambra de Barcelona tiene que ser el contrapoder de la política"
El debut de Tusquets en la Cámara: sin pactos, con misterio y grandes empresas
Hoy Destacamos
Lo más leido