Ayer fui a una charla de un señor muy sabio. Un señor que es filósofo, y que es conocido en toda nuestra comarca por ser uno de los grandes traductores de autores como John Rawls a la lengua catalana. Que ha escrito libros de divulgación, libros pesados y farragosos, que da clase en la Universidad de Girona en la cátedra Ferrater Mora desde hace más tiempo del que recordamos. Sí, fui a escuchar a Joan Vergés i Mestre. Y fui acompañada de una señora que también me ha enseñado muchas cosas: mi madre.
Durante la charla escuchaba al ponente de manera vertical y a mi madre de manera horizontal. Fue divertido, porque ambos son divertidos a su manera, pero también fue un momento de complicidad y de conexión: con aquello que te conecta a la cabeza, y con aquello que te conecta al corazón. Muchas veces, seguramente por una necesidad de control, no nos permitimos conectar las diferentes partes de nuestro entendimiento. Por eso fue un momento bonito, valioso e inesperado. De aquellos que no pasarán a la historia, pero se recordarán siempre.