La industria musical afina un nuevo instrumento: IA, retos, oportunidades y la melodía del futuro

El uso de tecnologías como el blockchain, el 5G o, especialmente, la inteligencia artificial, supone todo un reto para una industria cada vez más tecnológica

El cantante norteamericano Bruce Springsteen durante un concierto en el Estadi Olímpic de Montjuic | ACN El cantante norteamericano Bruce Springsteen durante un concierto en el Estadi Olímpic de Montjuic | ACN

La partitura económica de la industria musical manifiesta que la música ha vuelto a sonar más fuerte que nunca en todo el mundo: después de que las ventas globales de la industria de la música en vivo pasaran de superar los 25 mil millones de dólares en 2019 a no superar los 10 mil millones al año siguiente, el del estallido de la pandemia, estas se han recuperado cerrando un 2023 con cifras aún superiores a las de 2019 y con la proyección de superar los 30 mil millones de ventas en 2025. Así lo detalla el informe sectorial de Acció Les indústries musicals a Catalunya, elaborado en colaboración con el Barcelona Music Lab, y que señala que, en conjunto, el territorio aglutina 379 empresas en esta industria, que facturan un total de 854 millones de euros y dan empleo a 4.088 personas.

La recuperación del sector ha coincidido en un período en el que tecnologías como el blockchain, el 5G o especialmente la inteligencia artificial están en auge, hecho que esta industria, al igual que las demás, ha querido aprovechar. En este sentido, de las 379 empresas que componen el panorama musical catalán, 53 están especializadas en tecnología para la música (music tech), impactando en todas las fases de la cadena: creación, desarrollo y producción, distribución, difusión y streaming, y la música en vivo. Pero, ¿hasta qué punto benefician las nuevas tecnologías a la industria? ¿Y a los artistas?

De las 379 empresas que componen el panorama musical catalán, 53 están especializadas en tecnología para la música (music tech)

"Desde mi punto de vista, la inteligencia artificial generativa será perjudicial para la mayoría de los músicos", señala a VIA Empresa Sergi Jordà, investigador del Grupo de Tecnología Musical (MTG) de la Universitat Pompeu Fabra, quien argumenta que, en la actualidad, "el consumo no está relacionado con la calidad, y con estas nuevas tecnologías pronto será posible producir música de consumo masivo de forma muy económica. Y la industria siempre se apunta a las soluciones más rentables y económicas".

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Sin embargo, a pesar de que el experto destaca que las herramientas y aplicaciones reales para ayudar a los músicos aún son "tímidas", reconoce que en un futuro no muy lejano podrán servir de ayuda para la música en vivo o dar lugar a nuevas formas de música en directo. Este hecho supone un gran impulso para el sector de la música en vivo, que, según detalla Acció, se lleva una gran parte del pastel con un 82% de la facturación de la industria musical, frente al sector de la música grabada (10%), el mundo corporativo (4%) y el ámbito transversal (4%).

La combinación IA y música ya es una realidad

Si bien la inteligencia artificial aún tiene un largo camino por recorrer en la industria musical -como en el resto de ámbitos-, bien es cierto que actualmente millones de usuarios en todo el mundo se benefician de ella a diario. Y no precisamente porque las herramientas actuales permitan clonar voces y dar lugar a covers completamente surrealistas, sino porque inciden directamente en el consumo de contenidos. Un claro ejemplo son los algoritmos que utiliza Spotify, el servicio de música que el año pasado celebró su 15º aniversario con una cifra de 550 millones de usuarios y 220 millones de suscriptores, a quienes recomienda canciones e incluso crea listas de reproducción en función de los contenidos escuchados previamente.

D'esquerra a dreta, Pep Martorell, Jordi Herreruela, Enric Jové i Genís Roca, patrons de la Fundació Barcelona Music Lab | Foto: Josep Campos
De izquierda a derecha, Pep Martorell, Jordi Herreruela, Enric Jové y Genís Roca, patrones de la Fundación Barcelona Music Lab | Foto: Josep Camps

"Hay dos tendencias, una que situa a la inteligencia artificial como protagonista, y otra que la sitúa como una ayuda para los técnicos", explica Miquel Curanta, director del Barcelona Music Lab, la entidad que ha colaborado en la elaboración del informe de Acció. El experto señala que "si bien esta tecnología puede convertirse en una herramienta de composición y producción musical, también puede ser de gran utilidad en los procesos técnicos de grabación, en la creación de experiencias inmersivas o en la gestión de derechos y propiedad intelectual, entre otros".

Innovación más IA igual a música

Y es que, al fin y al cabo, si la industria musical tiene clara una cosa es que su futuro pasa por la inteligencia artificial: según Acció y el Barcelona Music Lab, un 90% de la investigación e innovación que se desarrolla para la industria, o bien pasa por esta tecnología, o bien pasa por otras que la necesitan como base para ser competitivas.

Un 90% de la investigación e innovació que se desarrolla para la industria pasa por la IA

Dentro de este amplio porcentaje se encuentran proyectos que aplican la IA en una gran variedad de campos, mucho más allá del ámbito generativo. Las posibilidades son tantas que, de hecho, hay proyectos destinados a recuperar y sacar a la luz piezas musicales que, aunque existen, nunca se han escuchado antes. Un ejemplo es la tesis de Pau Torras, investigador del Computer Vision Center de la Universitat Autònoma de Barcelona, enfocada en el reconocimiento de partituras históricas.

"Reconocer partituras no es como reconocer un texto cualquiera, se trata de un campo muy específico, ya que el lenguaje musical es más complicado", señala Torras a VIA Empresa, añadiendo que la dificultad extra que supone la degradación en determinados documentos da lugar a un cóctel Molotov con un problema "muy difícil de resolver": "Hasta ahora se trataba de una problemática que se resolvía con la fuerza bruta, con programas específicos que utilizaban técnicas de visión muy rudimentarias, pero ahora, el aprendizaje profundo nos da la oportunidad de crear modelos muy específicos que puedan llevar a cabo todas estas tareas de una forma mucho más precisa", comenta el investigador.

Torras: "Podremos tener la posibilidad de publicar un gran corpus de cultura catalana que ahora mismo está esperando a ser descubierto"

En este sentido, Torras subraya la gran cantidad de música que aún no se ha podido escuchar nunca: "Si logramos desarrollar modelos de inteligencia artificial que reconozcan estos tipos de archivos sin intervención humana, tendríamos la posibilidad de publicar un gran corpus de cultura catalana que ahora mismo está esperando a ser descubierto. Hay un grandísimo potencial cerrado, podemos descubrir contenido único".

El debate no es tecnológico, es humanístico

A raíz de proyectos como este, Curanta defiende que la inteligencia artificial debe estar al servicio de la creación: "Los artistas, dotados de nuevas herramientas, siguen y seguirán siendo los creadores y responsables de sus obras y de su calidad". En esta misma línea, desde el ámbito más técnico de la industria, el presidente del Barcelona Music Tech Hub, José Luis Zagazeta, considera que las herramientas basadas en IA no podrán sustituir al ingeniero de sonido que, por ejemplo, lleva a cabo la masterización apropiada de un contenido determinado: "Gracias a estas herramientas se democratiza el acceso a un proceso que antes mucha gente no podía disponer, pero los profesionales del sector no serán sustituidos, en todo caso, están ganando una nueva herramienta muy eficiente", matiza.

Desde el Barcelona Music Tech Hub, la primera asociación de music tech en el sur de Europa que da espacio a las entidades vinculadas a los ámbitos de la tecnología y la música, Zagazeta coincide con el director del Barcelona Music Lab cuando apunta que "en la industria musical, el debate principal no es tecnológico, sino, más bien, humanístico".

Ambos expertos valoran la necesidad de continuar desarrollando una sólida normativa que regule la autoría de las obras en las que la inteligencia artificial generativa tenga un papel. "¿El contenido generado con IA debería estar protegido por derechos de autor?", se cuestiona Zagazeta, quien señala que estos derechos se han creado sin contemplar el escenario tecnológico actual, razón por la cual "ahora se debe ser flexible y crear un nuevo espacio de derechos que puedan ser explotados para estos nuevos formatos".

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