El sector de la salud es, indiscutiblemente, uno de los pilares de la economía catalana. De acuerdo con el Informe de la Bioregió 2024, el sector está conformado por más de 1.500 empresas -el 90%, pymes- y una noventena de instituciones de investigación, y representó un 7,6% del PIB en 2024. Queda claro el impacto económico de la actividad, pero también hay que remarcar su dinámica actividad investigadora, como demuestra su elevada presencia entre los investigadores catalanes más citados del mundo, recogidos en el Highly Cited Researchers 2025 de Clarivite.
Tanto la academia como la actividad médica final demuestran una actividad bulliciosa, pero como ocurre a menudo en el mundo de la transferencia de conocimiento, no siempre se consigue que las prometedoras ideas nacidas en el laboratorio acaben llegando a la clínica o al quirófano. “Durante muchos años, en la privada, puse muchísimos productos en el mercado. Y me he llevado viajes monumentales por pensar que la ciencia era lo más importante”, confiesa el director de Innovación y desarrollo de negocio del Institut d'Investigació Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL), Miguel Souto. “Y lo es”, remarca, “pero si quieres convertir la investigación en un producto real, tienes que conocer todo lo que rodea a la ciencia”, puntualiza.
Es bajo esta filosofía que el IDIBELL impulsó en 2023 la XarSmart, una red conformada por 50 instituciones del mundo de la investigación biomédica y 72 grupos de investigación que representan cerca de 900 investigadores con la voluntad de “dar las herramientas y conocimientos a los investigadores de todo lo que tienen que hacer” para gestionar con éxito la transición al mercado. Entre los diversos proyectos que tiene en marcha destacan los Premios de Innovación en Salud VTSO- XarSMART, unos galardones coorganizados con Viladecans The Style Outlets (VTSO) que no solo valoran el potencial transformador de las soluciones científicas que se están desarrollando en los grupos de investigación de toda Catalunya, sino también “lo consciente que es el equipo investigador de todo lo que le falta para llegar al mercado”. “No sirve de nada poner mucho dinero si no hay foco”, reclama Souto.
En esta cuarta edición, la participación se ha disparado de las 27 candidaturas del año pasado a las más de 70 de la actual. Y, ante el interés que ha suscitado dentro de la comunidad científica y la voluntad de dar a conocer los proyectos a la sociedad, la XarSmart ha hecho públicos los diez finalistas. Una selección, sin ningún orden concreto, de los proyectos de investigación biomédica considerados más prometedores no solo científicamente, sino también con más papeletas para acabar convirtiéndose en realidades.
Foresee, el empoderamiento de los pacientes cardiovasculares
En la Universitat Pompeu Fabra (UPF) encontramos el primero de los diez proyectos seleccionados como finalistas de los premios y, por tanto, como una de las investigaciones más prometedoras de Catalunya. Se trata de Foresee, el proyecto liderado por la doctora e investigadora del grupo de investigación en Electrónica Biomédica (BERG) Laura Becerra, que trabaja en una plataforma de monitorización remota de insuficiencia cardíaca. “Es un sistema que intenta buscar el empoderamiento del paciente”, explica Souto, ya que permite que “tanto los pacientes como las personas encargadas de monitorizarlos puedan acceder a la información clave y adelantarse a posibles patologías por evoluciones no deseadas”.
El sistema consiste en un sensor intravascular, flexible y sin hilos, que permite recoger los datos cardíacos del paciente en tiempo real. Estos, después, pueden consultarse en una aplicación móvil. “Lo vemos como una solución muy poco invasiva, que está muy bien protegida y en la que hay una transmisión de información muy potente, segura y que hace que el paciente se sienta acompañado”, valora el director de innovación y desarrollo de negocio del IDIBELL. La iniciativa captó en 2023 2,5 millones de euros de financiación del programa EIC Transition del Consejo Europeo de Innovación (EIC), lo que lo convirtió en la primera propuesta de la UPF que consigue entrar en una convocatoria de la institución.
OnaKids, una prueba de detección precoz de retrasos en el lenguaje
Continuando con iniciativas basadas en el desarrollo de dispositivos médicos encontramos OnaKids, una propuesta liderada por el equipo del doctor Carles Escera del Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología de la Universitat de Barcelona (UB). La solución en la que trabajan es un test de cribado neonatal pensado para detectar de manera más precoz los problemas de retraso en el lenguaje. “Con un dispositivo muy sencillo, pero muy eficaz, se hace una prueba que ayuda a objetivar un diagnóstico muy precoz”, señala Souto.
El punto innovador de OnaKids se encuentra en su metodología, que se basa en el uso de encefalogramas (EEG) que miden la respuesta cerebral a sonidos del habla desde el nacimiento. La tesis de los investigadores es que esto puede ayudar a predecir el riesgo de retrasos antes de que se manifiesten los síntomas clínicos, lo que ayudaría a iniciar tratamientos más tempranos. Se trata de uno de los quince proyectos financiados por los 1.295 millones de euros de la convocatoria de Ayudas de Industria del Conocimiento 2025 de la Generalitat captados por la Fundació Bosch i Gimpera de la UB.
Foresee y OnaKids han ideado dispositivos médicos para mejorar el monitoraje cardiovascular y la detección precoz de retrasos en el lenguaje
THOR: terapias CAR-T universales y modulables

El tercer proyecto de la lista da el salto de los dispositivos a las terapias y, más concretamente, dentro del mundo de la oncología, “uno de los big players” de la investigación biomédica, de acuerdo con Souto. El escogido es THOR, una iniciativa encabezada por el doctor Rafael Moreno, investigador principal del grupo de inmunoterapia de cáncer del IDIBELL. Esta investigación toma como base las conocidas como terapias CAR-T, que consisten en el uso de unas células inmunitarias para combatir los cánceres, y presentan una versión universal y modulable que permite tratar diversos tumores desde un único banco celular.
La ventaja de esta solución es que permite atacar una diversidad mayor de afecciones sin tener que rediseñar constantemente las células, lo que permitiría reducir el tiempo de espera de los procesos y poder reducir sus efectos adversos.
TAR-NK, una mejora de la eficacia de las quimioterapias clásicas
Continuando con la oncología y el diseño de terapias innovadoras nos topamos con TAR-NK, el proyecto coordinado por la doctora Aura Muntasell del Hospital del Mar Research Institute (HMRIB). En este caso, su enfoque está en otro tipo de células inmunes, las conocidas como células NK, y la investigación gira en torno a conseguir que estas sean capaces de romper la barrera de inmunosupresión de los tumores sólidos.
“La terapia de TAR-NK se considera muy innovadora porque puede ayudar a superar las resistencias que experimentan los tratamientos actuales, que dificulta que sean eficaces”, desvela Souto. No estamos, por tanto, ante el diseño de una nueva molécula, sino “de estrategias que ayudarán a ampliar el marco de pacientes que pueden tratar los tratamientos actuales”. En concreto, la investigación señala que potenciar la respuesta inmune del propio organismo (donde se encuentran de manera natural las células NK) podría ayudar a duplicar o triplicar la eficacia de las quimioterapias clásicas. Nuevamente, se trata de una iniciativa que ya ha captado la atención de otros ojos: el mes de febrero, el HMRIB recibió 2,5 millones de euros del Instituto de Salud Carlos III para llevar a cabo tres ensayos clínicos, uno de los cuales es la fase 1 de TAR-NK.
BrainMapp: el mapa del cerebro para facilitar la extirpación de tumores
En el ecuador de la mesa encontramos BrainMapp, un proyecto del cual ya hemos hablado en VIA Empresa. Nacido en el Centre de Visió por Computació (CVC) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y liderado por el doctor Xim Cerdà, su propuesta consiste en un mapeo automático de las estimulaciones eléctricas del cerebro para facilitar las cirugías cerebrales. “Es una herramienta que busca preservar actividades claves del cerebro, como el lenguaje y las habilidades motoras, después de la extirpación de tumores cerebrales”, define el director de Innovación del IDIBELL.
La solución, basada en inteligencia artificial, es capaz de crear una imagen cerebral dinámica, en 3D y a tiempo real del órgano que se está operando, la cual quiere reducir la dependencia del registro manual que hoy en día se emplea. “Cuando vimos cómo se hacía, pensamos que teníamos los conocimientos para mejorar el procedimiento”, explicaba a este medio el cofundador y CEO de la ya startup, Víctor Cepero. Los impulsores trabajan ahora para tener toda la documentación exigida por la regulación lista a mediados de 2026, con la previsión de tener la aprobación y poder salir al mercado hacia 2028. “Es uno de aquellos proyectos en los que los creadores ven que todos los problemas que tendrán que superar no dependen solo de la ciencia”, subraya Souto, citando ejemplos como “una regulación muy potente, la implementación en hospitales y el convencimiento de los profesionales”.
La IA de AIINANE para optimizar el tiempo de los anestesistas
El siguiente proyecto repite institución de origen (el IDIBELL) y tecnología base (inteligencia artificial), pero aplicado a un campo totalmente diferente. Hablamos de AIINANE, la solución desarrollada por el equipo liderado por el doctor Ancor Serrano que busca automatizar y simplificar todo el proceso de preparación previo a cualquier cirugía. “Es una herramienta muy curiosa y forma parte de un problema oculto del sistema: la disponibilidad de los anestesistas”, apunta Souto. Estos profesionales no solo están presentes durante las intervenciones, sino que también se encargan del trabajo previo de determinar si los pacientes son aptos o no para recibir anestesia parcial o total.
“Hay una serie de guías universales que siguen los anestesistas que se pueden informatizar, y así hacer un cribado inicial”, desarrolla Souto. Esta es la vía por la que opta AIINANE con la intención de optimizar la eficiencia preoperatoria y garantizar decisiones clínicas más seguras. Esta solución quiere ayudar a priorizar el tiempo de los profesionales en aquellos casos que requieran un conocimiento más específico y profesional y liberarlos de carga de trabajo. A su vez, Souto ve un gran potencial “ya no en hospitales grandes, sino en hospitales más pequeños y comarcales, donde hay más tensión por carencias de plantilla”.
Succipro: enzimas contra las enfermedades inflamatorias intestinales

La siguiente iniciativa seleccionada como finalista es SUCC2M, el proyecto liderado por la doctora Isabel Huber del Institut d'Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) de Reus. El enfoque de este proyecto, que se constituyó como empresa derivada en 2022 bajo el nombre de Succipro, son las enfermedades inflamatorias intestinales, que actualmente utilizan tratamientos costosos, poco efectivos y con efectos adversos graves. Su propuesta es emplear una terapia enzimática de administración oral, con la que se atacan todos los factores múltiples propios de estas afecciones. “Si funciona, puede ser un antes y un después”, remarca Souto.
Uno de los aspectos más destacados es la capacidad de mejorar la adherencia del paciente al tratamiento, “uno de los grandes problemas” del mundo de la salud, según el director de innovación del IDIBELL. Además se ataca un tipo de enfermedad autoinmune que “te quita mucha calidad de vida” y provocan “múltiples reingresos y bajas laborales”, de manera que mejorar su situación se convierte en una prioridad tanto de calidad de vida como de buen funcionamiento del sistema sanitario.
Dermalflora: bacterias modificadas genéticamente para tratar el acné
Mejorar la adherencia a los tratamientos también es una de las prioridades de Dermalflora, el proyecto liderado por el doctor Marc Güell, investigador del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida de la UPF. Esta iniciativa también ataca una enfermedad autoinmune, en su caso, el acné y la dermatitis atópica. La diferencia es que, en lugar de enzimas, opta por el uso de unas bacterias modificadas genéticamente para producir proteínas terapéuticas de forma controlada y sostenida.
“Esta tecnología aprovecha los mecanismos naturales de la piel para preservar su salud, como un microbioma equilibrado”, explicaba la investigadora del proyecto Nastassia Knödlseder en un comunicado de la UPF. “Equipa al bacterio seleccionado con capacidades mejoradas”, continuaba la coautora, “que le permiten producir compuestos terapéuticos in situ y aprovechar su capacidad inherente para migrar a las capas más profundas del tejido cutáneo”. El proyecto, nuevamente, también ha contado con financiación europea, asignada en febrero de 2025 y también vinculada al programa EIC Transition del Consejo Europeo de Innovación, dotado de hasta 2,5 millones de euros.
La oncología es el campo de actuación de propuestas como THOR, TAR-NK, BrainMapp o CARBOSing4Cancer
CARBOSing4Cancer, la apuesta por mejorar la detección precoz de cáncer
Emprendiendo la recta final, volvemos a la oncología para conocer CARBOSign4Cancer, la investigación liderada por el doctor Oscar Pozo del HMRIB. En este caso, los objetivos son los cánceres de pulmón, estómago y páncreas, tres de los responsables de más muertes por esta enfermedad. La investigación se centra en mejorar su detección temprana a partir de la detección de marcadores clínicos de los que se tiene constancia de su calidad, pero que cuestan de localizar.
La solución por la que ha optado el equipo encabezado por Pozo se basa en un sistema de diagnóstico precoz simple, basado en análisis de sangre, las cuales permitirían duplicar la detección global y cuadruplicar la detección precoz. “Buena parte de las muertes son por diagnóstico tardío: si te detectamos a tiempo te salvas. Por eso es tan importante”, destaca Souto.
LiverColor: datos objetivos para facilitar trasplantes
El último de los diez proyectos seleccionados por la XarSmart es LiverColor, la plataforma médica basada en inteligencia artificial desarrollada por investigadores de la UPF y el Vall d’Hebron Research Institute (VHIR) y liderado por la doctora Gemma Piella. En este caso, el ámbito que se quiere mejorar es el de los trasplantes de órganos, concretamente, del hígado. “Es como un Tinder”, compara Souto, “que nos ayudará a optimizar una cosa que es un bien escaso y del cual nos podemos sentir muy orgullosos”.
A partir de una simple fotografía de quirófano, el sistema LiverColor podrá analizar la salud del órgano donado y determinar si es apto o no para el trasplante con una precisión superior al 90%. “Se quiere dar una capa de objetividad a lo que hoy es una decisión crítica subjetiva”, comenta Souto. El equipo prevé que con esta solución se podrían llegar a aprovechar hasta un 50% de los hígados que antes se habrían descartado.