La inteligencia artificial ha irrumpido en la sociedad transformando aspectos cotidianos de nuestro día a día, así como la forma de hacer de muchas empresas. El interés por esta tecnología ha crecido exponencialmente en los últimos años: según los datos facilitados por Google Trends, este año, las búsquedas relacionadas con inteligencia artificial han aumentado un 290%, y un 500% si lo comparamos con los datos de hace cinco años. Sin embargo, la IA no es la única tecnología que está en auge. La cuántica, el hidrógeno verde o la ciberseguridad son algunas de las tendencias que Acció recoge en el último informe 10 tendencias tecnológicas destacadas para el 2024 y que ofrecen una serie de soluciones al sector industrial para mitigar los impactos de las crisis y conflictos actuales.
1. Inteligencia artificial
Es una de las áreas tecnológicas con mayor proyección económica a corto y medio plazo. La IA generativa es la parte más visible (y conocida), ofreciendo herramientas como el popular ChatGPT que, a pesar de encontrarse en una fase inicial, ya es capaz de realizar una amplia gama de tareas. La IA aún tiene un largo camino por recorrer y seguirá desarrollándose en ámbitos como los datos biométricos, el reconocimiento facial o las aplicaciones de consumo, permitiendo a las empresas automatizar tareas y mejorar la toma de decisiones. Sin embargo, la normativa de esta tecnología debe avanzar al mismo ritmo, promoviendo una IA ética y responsable.
2. Ciberseguridad
La ciberseguridad se vuelve crucial para proteger todos los activos que cada vez más trasladamos al mundo digital. El aumento de la conectividad y la digitalización también ha llevado a un incremento de los ataques cibernéticos y, en este contexto, la seguridad digital se ha convertido en una prioridad tanto para gobiernos como para empresas o individuos que necesitan proteger desde archivos o fotos hasta datos personales o dinero. Esta tendencia, por lo tanto, es necesaria para proteger vulnerabilidades al tiempo que contribuye al pleno desarrollo de nuevas tecnologías.
Catalunya cuenta con 495 empresas dedicadas a la ciberseguridad
Catalunya, sin embargo, se encuentra al frente en este ámbito a escala europea. El porcentaje de empresas catalanas con alguna medida de ciberseguridad está por encima de la media de la Unión Europea, un dato positivo a pesar de la tendencia a la baja que se ha dado en gran parte del país, que también necesita mejorar en este aspecto. Así, el porcentaje catalán es superior al 92%, mientras el estatal se mueve entre el 87% y el 89%, según las estadísticas oficiales analizadas por Pandora FMS. Por su parte, la UE se encuentra en el 91,80% mientras que estados como Francia llegan al 93,40%. Actualmente, Catalunya cuenta con 495 empresas dedicadas a la ciberseguridad que dan trabajo a más de 9.400 personas y facturan un total de 1.071 millones de euros, tal como apunta un estudio de Acció y la Agencia de Ciberseguridad de Catalunya, que recoge que el territorio es la tercera región europea en captación de inversión extranjera en este negocio, solo por detrás de Irlanda y Bruselas.
3. Cuántica
La cuántica es una de las grandes revoluciones que tendrá un gran impacto en campos como la criptografía, la sensorización o, especialmente, la informática. Cataluña pasó a liderar la supercomputación al obtener, hace dos años, el primer ordenador cuántico del sur de Europa en el Barcelona Supercomputing Center (BSC). Y es que, en este ámbito, la computación cuántica resolverá problemas que actualmente son imposibles para la computación clásica. La investigación europea se ha puesto las pilas en lo que respecta a la computación cuántica, una disciplina liderada por empresas estadounidenses y universidades chinas.
Aun así, la cuántica está experimentando una gran demanda en otros campos como la criptografía, donde contribuirá generando y compartiendo claves más seguras, o en la sensorización, pudiendo medir con precisión ciertas propiedades físicas, como el campo magnético. De esta manera, el uso de esta tendencia se ampliará a muchos sectores como la salud, la química o las finanzas.
4. Industria 4.0
La industria 4.0 se entiende como sinónimo de cambio de modelo productivo hacia la fabricación inteligente. La transformación digital de la industria es el pilar de esta tendencia, que permite acceder a una mayor productividad, flexibilidad y agilidad, así como a una toma de decisiones en tiempo real. En este ámbito, la capital catalana es un referente en Europa con la celebración de Advanced Factories, una cita imprescindible para los profesionales del sector.
Las tecnologías digitales aplicadas a los sistemas productivos, como la IoT, el análisis de datos, la inteligencia artificial, la nanotecnología, la computación en la nube, la robótica o la fabricación aditiva, permitirán a los fabricantes la optimización de los procesos, implementando mejoras en la eficiencia y en la capacidad de respuesta a la demanda.
5. Chips y semiconductores
El desarrollo tecnológico de un país depende, en gran medida, de su capacidad para fabricar y adquirir chips avanzados. De hecho, esta es la razón de la pugna tecnológica en torno a los semiconductores entre Estados Unidos y China, en un contexto en el que los avances tecnológicos de los semiconductores continúan imparables. A finales de mayo de este año, la Generalitat creó la alianza de semiconductores y chips de Catalunya, una plataforma que nace con el objetivo de promover el crecimiento y la consolidación del ecosistema de semiconductores, la electrónica, la fotónica y la cuántica.
Actualmente, el sector de semiconductores en Cataluña cuenta con 86 empresas que generan una facturación de 160 millones de euros y 700 puestos de trabajo. En el contexto europeo, la Ley Europea de Chips tiene como objetivo aumentar la producción de semiconductores en la Unión para reducir la dependencia de países como China, Estados Unidos o Corea del Sur, y pasar de cubrir el 10% de la demanda actual a nivel global a un 20% en los próximos siete años. Se espera que en 2024 haya buenas oportunidades para explorar nuevas tecnologías y nuevos diseños de la cadena de valor.
6. Medicina personalizada
El ámbito de la salud verá (y está viendo) grandes cambios. La tecnología da paso al concepto de la medicina personalizada o genómica, un cambio de paradigma en cuanto a la salud de las personas. Esto se refiere al tratamiento de una enfermedad y un paciente específicos, adaptando las terapias o los fármacos más adecuados en función de su individualidad química y genética. Así, la práctica clínica está avanzando hacia una atención más precisa e individualizada, con la inteligencia artificial y el big data como las herramientas que más ayuda proporcionan. Genomcore es un ejemplo de caso de éxito catalán que, a través de la plataforma impulsada por sus cofundadores, Oscar Flores y Miquel Àngel Bru, quiere hacer avanzar la medicina personalizada y de precisión.
7. Descarbonización
La economía busca descarbonizarse. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) han ido aumentando año tras año, alcanzando las 40,40 millones de toneladas en Cataluña, un 1,4% más que en el año anterior. Así, la necesidad de revertir esta situación aumenta en un contexto en el que la sostenibilidad ha pasado a un primer plano. En esta dirección se desarrollan nuevas tecnologías y nuevos procesos para reducir las emisiones, especialmente el CO2, como los combustibles alternativos, el rediseño de procesos para hacerlos más eficientes, la electrificación de procesos industriales o materiales menos intensivos en carbono. La captura y reutilización del dióxido de carbono también serán necesarias para descarbonizar la economía.
Las emisiones de GEI en Catalunya en 2021 fueron de 40,40 millones de toneladas
8. Hidrógeno
Precisamente, un papel fundamental en la descarbonización lo tendrá el hidrógeno verde. Este se produce mediante la electrólisis del agua utilizando electricidad de fuentes renovables, y no emite gases de efecto invernadero durante su producción. El hidrógeno verde contribuirá a la descarbonización de la economía, tanto en sus aplicaciones como vector energético, como en la movilidad pesada o como materia prima en industrias como la química.
Aunque más del 95% de la producción actual de hidrógeno se basa en combustibles fósiles, el hidrógeno verde es la piedra angular de la transición energética y sus aplicaciones se están expandiendo a multitud de sectores. El desarrollo de tecnologías para la generación de hidrógeno verde se acelerará exponencialmente en los próximos años.
9. Economía azul
El mar es una fuente importante de recursos, pero su sobreexplotación genera riesgos para sus ecosistemas. Así, la economía azul hace referencia al uso sostenible y responsable de los recursos marinos y costeros. Esta puede ayudar a optimizar los beneficios económicos generados en el mar, al mismo tiempo que se protegen los ecosistemas marinos y se mitigan los impactos ambientales negativos. Además, la economía azul crea nuevas oportunidades en áreas como la energía renovable marina, el uso de algas y la biotecnología marina, y Barcelona es un ejemplo con iniciativas como SOSbag o Toroi Marine.
10. Tecnologías del agua
Las tecnologías del agua son todos aquellos dispositivos, sistemas o nuevos materiales que tienen como punto central la gestión, la mejora en la eficiencia, la recuperación, la reutilización y la preservación del agua como recurso fundamental. Este 2023 también ha estado marcado por la sequía y una gran escasez de recursos hídricos que han exigido una serie de soluciones para que sectores como la agricultura se vean afectados en la menor cantidad posible. Así, las tecnologías del agua están ganando un peso cada vez más importante en el panorama actual y serán fundamentales en la transición sostenible a escala global.