President de La Farga y de Femcat

Corea del Sur, aprender de una economía que no se duerme

20 de Diciembre de 2025
Oriol Guixà, president de Femcat | VIA Empresa

En FemCAT llevamos años impulsando una herramienta propia de progreso colectivo: cada dos años organizamos un viaje de benchmarking internacional para conocer de primera mano aquellos países que han sabido transformar su economía y hacer crecer su bienestar. No viajamos para imitar, sino para aprender buenas prácticas, entender modelos de éxito e identificar políticas y dinámicas empresariales que puedan inspirar a Catalunya. Este ejercicio periódico nos permite poner perspectiva, contrastar nuestra realidad con ecosistemas más avanzados y, sobre todo, incorporar nuevas ideas que después trasladamos al debate público, al tejido empresarial y a nuestra actividad como institución.

 

Este noviembre de 2025 hemos hecho benchmarking en Corea del Sur, un país con una extensión tres veces mayor que Catalunya y una población de 50 millones, y hay que decir que ha sido una lección acelerada de futuro. Hablar de Corea es hablar de un país que no ha cerrado aún su guerra, el armisticio de 1953 no fue una paz, sino una parada temporal. Esta tensión latente ha generado una sociedad obsesionada por estar preparada para lo que vendrá. De aquí nace la cultura del pali-pali, que vendría a ser “hacerlo con celeridad y bien”, una cultura que impregna cada decisión y explica la evolución fulgurante de las últimas décadas.

Hace solo veinte años, Corea del Sur caminaba dos décadas por detrás de economías como la nuestra. Hoy, en muchos ámbitos industriales y tecnológicos, nos lleva veinte años de ventaja. Han situado el PIB per cápita prácticamente al nivel del catalán (siendo en los años ochenta cuatro veces inferior), pero con una estructura económica más robusta: el 38% de su PIB es industrial y tanto el sector público como el privado defienden la industria como pilar de prosperidad.

 

Lo que sorprende, sin embargo, no es solo la magnitud de su desarrollo, sino la alineación estratégica del país. Administración, empresas y mundo académico trabajan desde una misma visión a largo plazo. Este es, sin duda, uno de sus principales activos. El caso de la app Kakao es paradigmático. Kakao es una super-app de mensajería instantánea que combina en una sola aplicación casi todas las funciones, desde un chat a pagos de impuestos, compras o entretenimiento. Esta aplicación nace de la empresa privada, pero hoy es también una infraestructura tecnológica de relación entre ciudadanía y administración. La colaboración público-privada no es un debate, sino una práctica natural y eficiente.

Así pues, la transformación económica coreana se entiende también por su compromiso con el valor añadido. De ser un país de manufactura básica, han pasado a ser una potencia tecnológica global. En Corea se destina alrededor del 5% del PIB en I+D+i respecto al 1,8% de Catalunya, que a pesar de haber crecido todavía estamos por debajo de la media europea. Se hace una apuesta firme en innovación como estrategia de país, con mirada a largo plazo, gobierne quien gobierne. El 80% de la inversión en I+D+i en Corea proviene de las empresas, que reinvierten con visión de futuro. El gobierno establece incentivos y acompaña, no sostiene, sino que impulsa. El mensaje es potente: “El gobierno promueve visión e infraestructura, la academia genera y potencia talento y conocimiento, y la empresa ejecuta con celeridad e innovación”.

"La transformación económica coreana se entiende también por su compromiso con el valor añadido; de ser un país de manufactura básica han pasado a ser una potencia tecnológica global"

A pesar de esta prosperidad, Corea afronta retos muy similares a los nuestros: envejecimiento, desigualdades y presión laboral. Pero los afronta desde el crecimiento y no desde la renuncia. La innovación, la tecnología y la inteligencia artificial son, para ellos, respuestas directas a los retos demográficos y una manera de mantener la productividad sin perder identidad.

Hablar de Corea es hablar también de orgullo. Un país pequeño, rodeado de gigantes, que ha convertido su cultura en una fuerza global, y a este fenómeno lo llaman Hallyu, K-pop, cine, moda, entre otras muestras culturales, no es solo entretenimiento, es una estrategia de cohesión y proyección. Respetan y protegen su lengua, potencian su imagen y creen en su singularidad.

"Corea nos recordó que la cultura, cuando se trata como política de estado, puede convertirse en motor de identidad y de economía"

En Catalunya tenemos también una cultura potente y reconocida, pero Corea nos recordó que la cultura, cuando se trata como política de estado, puede devenir motor de identidad y de economía.

La lección final del viaje es clara: un país avanza cuando comparte proyecto, con visión a largo plazo, cuando la administración, el conocimiento y el mundo económico cooperan generosamente por el mismo objetivo, y cuando la velocidad no es enemiga de la calidad, sino garantía de futuro. Corea no se duerme porque sabe que, si no actúa ella, alguien otro lo hará antes. Una reflexión que nos interpela directamente.

El viaje a Corea del Sur de 2025 confirma, una vez más, que el aprendizaje internacional es imprescindible para proyectar nuestro futuro con ambición.