Esta semana comienza el mes del orgullo y ya hemos empezado a ver cómo todo se cubre de colores. Marcas que poco tienen que ver con los derechos sociales de la comunidad queer, pero parece que este mes todos vamos a hacer ver que nos importa mucho, esto del orgullo y del amor libre. Normalmente me enfada, pensar que se usa el orgullo para fines comerciales, pero este año me ha invadido otro miedo: ¿celebraremos el orgullo tan abiertamente, de aquí a unos años?
Con el ascenso de las tendencias reaccionarias y la extrema derecha por todas partes, empiezo a pensar que no es tan malo que algunas marcas promocionen lo que, al fin y al cabo, debería ser normal. Me ha entrado una mentalidad miedosa, de "mejor esto que no volver atrás". Supongo que en tiempos de incertidumbre y agitación, las luchas de máximos se vuelven de mínimos.