Píldora filosófica: Necesitamos más mujeres inútiles

Al inicio de la mainstreaminización del feminismo, muchas personas pensábamos que la lucha iba de igualdad positiva: igualdad de salarios, igualdad de derechos, igualdad de condiciones. A menudo esto iba ligado a frases como “las mujeres también pueden hacer esto y aquello” o “las mujeres hacen más trabajo que los hombres por las tareas de cuidado, por lo tanto, se merecen incluso más”. Pero ahora que la partida ya ha avanzado un poco más, nos hemos dado cuenta de que, en realidad, no queremos que las mujeres sean superheroínas que puedan hacerlo todo y todo a la vez, sino que es necesario que las mujeres puedan ser tan útiles o tan inútiles que sus homónimos hombres.

"Ariadna, ¡lo que necesitamos son más mujeres inútiles!", me dice mi director por teléfono mientras preparamos el trimestre. "Las mujeres se han puesto demasiado las pilas y ahora es más evidente que hay muchos señores inútiles. ¡La verdadera igualdad femenina la encontraremos cuando tengamos tantas mujeres inútiles como hombres inútiles!" Río y le doy la razón. Después de tantos hombres diciéndome que las cuotas no sirven, que la igualdad ya se ha conseguido, que las feministas de ahora se quejan de lo que sus abuelas habían hecho sin decir ni mu o que las mujeres nos pensamos que somos mejores que los hombres, la verdad es que es refrescante encontrar a alguien que, como mínimo, comprende la situación con el cinismo que corresponde. Por eso, quizás la sexta ola de los feminismos debería ser, de hecho, para luchar por el derecho a la mediocridad.