Emprendedores catalanes fundan una escuela para formar programadores

Startups como Badi, Holaluz, Holded, Marfeel y Ulabox colaboran en la creación de Assembler School para enseñar y atraer talento a Barcelona

El equipo de Assembler School | Cedida El equipo de Assembler School | Cedida

Hace tiempo que se dice que en Barcelona faltan programadores. Y no sólo hay que atraerlos de fuera, sino también formarlos aquí. Es por eso que Cristian Fondevila y Kasia Adamowicz han fundado Assembler School, una escuela para formar programadores júniors y prepararlos para afrontar los retos tecnológicos de las empresas digitales.

Més info: Las empresas ya forman sus propios programadores

Situada en el Edificio Ocean del Passeig Joan de Borbó en Barcelona, la escuela ha recibido el apoyo de startups reconocidas como Badi, Holaluz, Holded, Marfeel y Ulabox, según informan en un comunicado. El centro presenta un programa bilingüe pionero en el Estado español, focalizado en el aprendizaje basado en proyectos y mediante una metodología colaborativa.

En este sentido, el alumno se convierte en su propio profesor y sólo pagará en el supuesto de que encuentre trabajo con un contrato laboral y unos ingresos mínimos de 24.000 euros anuales. "El innovador contrato a éxito, un elemento clave para atraer y formar talento tecnológico, permitirá acceder a nuevos conocimientos sin abordar ningún coste hasta que el alumno encuentre trabajo", comenta Fondevilla. Así, el alumno tendrá hasta cinco años para pagar el importe del programa.

L'espai on s'ubica l'escola de programadors Assembler School

El espacio donde se ubica la escuela de programadores Assembler School | Cedida

Assembler School arrancará el próximo mes de octubre con el Programa Full Stack Development, con una duración de nueve meses. La formación que ofrece la escuela está basada en el modelo peer learning, que utilizan centros norteamericanos como Lambda School y Holberton y en las cuales se forman programadores de empresas como Amazon, Google, Facebook, eBay o Uber.

De este modo, desaparecen las clases magistrales y los profesores en el sentido más clásico y son los mismos estudiantes, con conocimiento previos de programación, que eligen, analizan y dan respuesta a los retos prácticos y presentan proyectos que entre todos tienen que desarrollar. Además, son los mismos estudiantes quienes evaluarán a sus compañeros (peer-too-peer).

El centro concederá 30.000 euros en becas a los mejores alumnos y a los estudiantes sin recursos interesantes en el curso, entre ellos mujeres que quieran desarrollar carreras tecnológicas.

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