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Carmina, la nueva vida del Senyor Parellada

El grupo Isabella’s reabre la antigua fonda de la calle Argenteria rindiendo tributo a algunos platos emblemáticos del local de Ramon Parellada

El restaurante Carmina | Lourdes López
El restaurante Carmina | Lourdes López
Lourdes López | VIA Empresa
Periodista experta en gastronomía
Barcelona
28 de Agosto de 2022

SenyorParellada cerró en 2021 y volvió a la emblemática Fonda Europa de Granollers donde nació la saga de restauradores (bajo su paraguas encontramos historias como la del cercano 7 Portes, que regenta su primo, PacoSolé, o el Semproniana, que regenta la hermana de Ramón, la chef Ada Parellada). Uno de tantos cadáveres que la pandemia dejó en el camino. Se comentó que con el cierre pasaría como con CasaLeopoldo, que tendría una nueva vida en forma de restaurante homónimo. No fue así. Reabrió bajo el nombre de Carmina restaurante.

 

Como el propio Parellada comentase, el cierre no debía instalarnos en la nostalgia, sino en pensar que, igual que en la Barcelona postolímpica nacieron muchos restaurantes emblemáticos, ahora seguirían abriéndose nuevos locales con nuevas historias. Sin embargo, este tramo de la calle Argenteria no es el mismo hace años, al final un Starbuck's, en medio un Flax and Kale y entremedio salpicadas las tiendas de souvenirs en forma de cerámica “local”. La nostalgia nos sobrecoge un poco cuando pasamos por delante. Dicen que cuando un restaurante cierra no muere del todo. Pervive a través del recuerdo de sus platos en nuestra memoria. Aunque es triste, la alegría viene porque aquí se recuerdan algunos de los platós emblemáticos de la casa: sí, encontrarán los canelones de latieta, el arroz ciego, el seco con verduras, el sabroso frincandó con setas…. Ni resto—eso sí—, del cap i pota o del cordero a los 12 ajos (quizás a la nueva clientela no le interesan tanto esos guisos).  Una muestra de los platos de las casas del ayer que como joyas en desuso (sobre todo el fricandó) cada vez cuesta más ver en los restaurantes.

Dicen que cuando un restaurante cierra no muere del todo, pervive a través del recuerdo de sus platos en nuestra memoria

Entramos en el nuevo Carmina sin claras expectativas creadas. Se conserva el ambiente íntimo a media luz (siendo generosos). Las velas, el allure un poco decadente, ideal para una cena romántica en una antigua casa de viajeros del siglo XIX. Una decoración colonial que ya estaba, refrescada por un cuadrilátero central aprovechado con una barra vista (antes había mesas) bajo la bóveda de cristal del techo. Plantas en los alféizares de las ventanas y un encanto buscado a restaurante de época.

 

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La carta va por otro sitio: entrantes, primeros, pastas, carnes y pescados. La cocina del grupo Isabella’s siempre echa mano de platós italianos como la ya clásica tagliata de solomillo con parmesano y romero servida con toda su parafernalia en mesa. Aunque es para mí más interesante el completo apartado de pastas. Si venís, son recomendables la carbonara y los espaguetis con centolla. Una ración generosa, suavemente picante y con el animal desparramado en el plato a modo de ragú. Entre los principales pagamos peajes y comemos dos de los clásicos de la casa: el fricandó con patatas caseras y los canelones de la tieta con un mix de carne de pollo, ternera y cerdo en la farsa y acompañados por una bechamel olorosamente trufada. El salmón vuelta y vuelta con verduras es otro de los aciertos del restaurante: buenos lomos y marcados en su punto justo de cocción.

El apartado de postres lo dejamos para otra ocasión. Desfilan por algunas mesas clásicos italianos como el tiramisú, platos que hemos visto en otros de los establecimientos del grupo. Para quienes quieren descubrir el restaurante evitando el precio libre, todos los mediodías —de lunes a viernes— ofrecen un menú de 2 platos a elegir + carro de postres y bebida a unos cómodos 15€. Entre las propuestas, de unas berenjenas a la parmiggiana, unos huevos fritos con sobrasada y patatas paja a unas patatas gratinadas con butifarra del Perol y bechamel o unas costillas de cabrito a la brasa.

Carmina

Carrer de l'Argenteria, 37, 08003 Barcelona

De lunes a domingo

Precio medio 25-35€