Las presiones de Donald Trump a la Unión Europea (UE) caen por todas partes. Una de las últimas han sido por sus críticas a las normas digitales europeas: la Ley de servicios digitales y la Ley de Mercados Digitales o la de Inteligencia Artificial. Hasta el punto de que el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, amenazó al bloque que si no hacía cambios, Washington no aceptará una reducción de los aranceles al aluminio y el acero europeos (que actualmente son del 50%).
La UE asegura que no acepta presiones, mientras el propietario de X, Elon Musk, y de Meta, Mark Zuckerberg, cargan contra estas normas. Ambas empresas tienen investigaciones abiertas y la Comisión Europea este mes ya ha multado a X con 120 millones de euros por no respetar los requisitos de transparencia en la política de suscripciones (la famosa insignia azul ya no tiene que ser de una cuenta verificada), en los anuncios que muestran los usuarios, así como una falta de transparencia sobre cómo funcionan sus algoritmos. Esta es la primera sanción que se ha aplicado desde que entró en vigor la ley de servicios digitales, en 2023. Además, X tiene abiertas dos investigaciones más: sobre el contenido ilegal publicado en relación con los atentados de Hamás en el año 2023 y otro sobre algoritmos.
Por otro lado, Meta también tiene una investigación sobre si la empresa limita el acceso a WhatsApp de potenciales competidores que quieran ofrecer sus servicios de inteligencia artificial en la aplicación de mensajería. En cuanto a Google, el ejecutivo europeo le ha abierto un nuevo expediente también este mes de diciembre porque sospecha que está entrenando su inteligencia artificial generativa con información de medios de comunicación sin pagar.
Desde que hace casi un año Trump llegó a la Casa Blanca con una amistad sin límites con los propietarios de las tecnológicas, y nombrando a Elon Musk como cargo de confianza en su administración, las críticas contra la Unión Europea (UE) sobre sus leyes digitales han sido habituales. Consideran que la UE limita la libertad de expresión con la vigilancia a los contenidos ilegales, o bien porque creen que trata de poner fin a la innovación y liderazgo estadounidense en el ámbito tecnológico. A este respecto, según Trump, “Europa va por el mal camino”.
Por eso, según un reciente informe de la organización European Council of Foreign Relations (ECFR) existen posibilidades de que Trump vuelva a la carga y castigue a la Unión Europea limitando el acceso europeo a los servicios de la nube, inteligencia artificial y satélites, y así presione aún más para que se debilite la normativa digital.
Un informe del ECFR veu possibilitats que Trump torni a la càrrega i castigui la UE tot limitant l’accés europeu als serveis del núvol, intel·ligència artificial i satèl·lits
Con todo, la Comisión Europea sí cedió a la hora de retrasar algunas disposiciones de su Ley de Inteligencia Artificial, en parte por las presiones provenientes de la otra orilla del Atlántico. En concreto, el ejecutivo comunitario dio un año más de margen a las empresas que utilizan lo que se conoce como tecnología “de alto riesgo”, aquellas que se encargan de analizar si una persona es solvente a la hora de pedir un préstamo o la vigilancia masiva. Estos cambios se enmarcan dentro de la batalla contra el “exceso de regularización” que merma la competitividad europea y que el nuevo gobierno alemán y el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, han abanderado.
El ámbito digital es especialmente delicado porque la Unión Europea está perdiendo la carrera tecnológica frente a Estados Unidos y China e intenta, bajo el paraguas de la desregulación y la simplificación, avanzar para medirse con sus dos grandes competidores. A pesar de que hace solo dos años que se pactó esta ley considerada pionera.
La Unión Europea insiste en que sus normas digitales no se negocian y sintieron, de nuevo, la traición desde Washington. Especialmente, cuando el regateo para reducir los aranceles del aluminio y el acero se pusieron como condición para que se relajen las normas digitales. Desde el ejecutivo recuerdan que con el acuerdo comercial firmado el pasado julio entre la Unión Europea y los Estados Unidos, la reducción de los aranceles siempre había estado sobre la mesa, la legislación digital no, “y no está en negociación”.