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Criptoinversión o 'criptotrading', el paradigma de la volatilidad

Entre un 5% y un 8% de la población mundial dispone de estos activos, a pesar de que menos de una cuarta parte manifiesta tener un conocimiento profundo de lo que están comprando

El mercado de las criptomonedas está compuesto por más de 10.000 divisas diferentes | iStock
El mercado de las criptomonedas está compuesto por más de 10.000 divisas diferentes | iStock
Jaume Puig | VIA Empresa
Director general de GVC Gaesco
13 de Diciembre de 2025 - 04:55

En los últimos dos meses las criptomonedas han sufrido unas bajadas muy fuertes. ¿Estamos ante algún fenómeno especial o sencillamente se trata de un episodio más de su conocida elevada volatilidad?

 

La negociación de las criptomonedas ha aumentado muchísimo en la última década. Aun así, suponen hoy, aproximadamente, entre un 2% y un 3% de la capitalización que tienen las bolsas en volumen. Estas últimas no solo son mucho más grandes, sino también más líquidas. En términos relativos, pues, el mundo cripto es todavía pequeño.

¿Quién opera con criptodivisas? Hay numerosas estadísticas al respecto, de las cuales no es fácil sacarles el jugo del todo, pero podríamos decir, en un intento de resumirlo, que entre un 5% y un 8% de la población mundial tiene criptodivisas, que las edades mayoritarias de los inversores están situadas entre los 25 y los 40 años, con un predominio de hombres que actúan por su cuenta.

 

Lo más sorprendente es que solo un porcentaje relativamente bajo de estos inversores, menos de una cuarta parte, manifiesta tener un conocimiento profundo de aquello que están comprando en cuanto a su funcionamiento técnico, como por ejemplo la cadena de bloques (blockchain), la minería o las carteras (wallets) con clave privada. Nos encontramos, pues, con una gran mayoría de estos inversores que tiene un conocimiento solo superficial de lo que está comprando. Al fin y al cabo, es fácil acceder a ellas, mediante las numerosas plataformas tanto centralizadas como descentralizadas que existen, las múltiples apps, etc. y siempre se ha de tener en cuenta, además, el conocido FOMO (Fears Of Mission Out), o miedo a quedarse fuera.

Diferencias de volatilidad, la clave de bóveda

El bitcoin, la criptomoneda más cotizada del mundo, con un valor de unos 1.830 billones americanos de dólares, cerró el año 2024 a 93.714 dólares, ha llegado a cotizar a mediados de octubre de este año a 126.000 y ha tocado un mínimo -dentro del año- de 74.500. A la hora de hacer este escrito, está a 92.200. De forma similar, el ethereum, la segunda más cotizada del mundo, con un valor de unos 400 billones americanos de dólares, cotizaba a 3.335 USD a finales del 2024, y durante este año lo ha hecho en un rango de entre 1.390 y 4.950. Actualmente, lo hace a 3.360 dólares. Pura volatilidad. Y eso que se ha moderado en los últimos años. Veamos.

La volatilidad de los últimos veinte años del índice bursátil S&P500 es del 19,5%, la del bitcoin del 79,8% (x4,1 la del S&P500) y la del etherum del 70,7% (x3,6). Si lo miramos en los últimos cinco años, sin embargo, la del S&P 500 ha sido del 16,9%, la del bitcoin del 39,9% (x2,4), y la del ethereum del 54,7% (x3,2). Si bien estas dos criptodivisas son las más importantes en volumen, hay otras mucho más volátiles todavía, como Solana con un 72,5% a cinco años (x4,3), Dogecoin con un 76,4% (x4,5), o Shiba Inu con un 69,5% (x4,1), entre muchas otras.

Las criptomonedas presentan demasiada volatilidad para que los inversores las consideren como una alternativa de inversión a largo plazo, pero sí son óptimas para los 'traders'

En definitiva, demasiada volatilidad para que los inversores la consideren seriamente como una alternativa de inversión a largo plazo, y óptima para los traders particulares, que son quienes realmente mueven este mercado. Muchos de ellos operan con la estrategia conocida como trend following o seguidores de tendencia, que suelen comprar después de que haya subido y vender después de que haya bajado. Son movimientos que tienden a acentuar cualquier tendencia, a hacerla grande.

Solo tres cuestiones básicas a considerar al respecto para los traders:

En primer lugar, alerta con la diferencia de volatilidad. Invertir en criptodivisas tiene una cantidad de riesgo similar a la del inversor que invierte en bolsa la misma cantidad, y que además se endeuda para invertir más. Por ejemplo, invertir 100 dólares en criptodivisas tiene un riesgo similar al de invertir 300 en bolsa, a pesar de disponer solo de un capital de 100, y pidiendo un crédito por los 200 restantes.

En segundo lugar, alerta con los spreads o diferencial entre el bid (precio de compra) y el ask (precio de venta). Si bien en criptodivisas muy líquidas como el bitcoin o el ethereum están habitualmente por debajo del 0,1%, en las menos líquidas son frecuentes los spreads de entre un 1% y un 2%, a pesar de que se han observado diferenciales de hasta un 5%. Esto significa que cada vez que alguien esté comprando o vendiendo las criptodivisas, está pagando este diferencial, que es enorme, y que es implícito, que no se ve, y que muy a menudo no es ni computado por el inversor.

Lo único que están haciendo los inversores institucionales es crear vehículos para los 'traders' particulares y percibir así una comisión gigantesca 

En tercer lugar, que nadie se crea el mantra de que los inversores institucionales están invirtiendo en ello. Nada más lejos de la realidad. Lo que están haciendo algunas instituciones es crear vehículos para que inviertan en ello los traders particulares, y percibir así una comisión gigantesca cada vez que alguno de ellos compra o vende.

¿Qué ha pasado, pues, con las criptodivisas estos últimos meses? Nada nuevo, me temo