Del ultimátum de Pimec a Foment y la posterior paz entre patronales, llega el año de las pugnas entre los agentes sociales y las cámaras de comercio por el decreto ley que tenía que dar una base a su financiación. Han sido años moviditos en el mundo patronal, pero cuando todo parecía ponerse en su lugar, las urgencias para sacar adelante este decreto y las destituciones que Quim Torra ejecutó a principios de septiembre, volvieron a removerlo todo. Y esto en medio de un 2020 marcado por la covid-19, los ERTE, los cierres de empresas, las restricciones y una caída de la actividad y de la economía sin precedentes. Si bien es cierto que el año (y la XII legislatura) acabará sin que el decreto de cámaras se haya tirado adelante, también lo es que haremos el salto a 2021 con un visible malestar en el mundo empresarial, agravado, todavía más, por la participación del presidente del Consell de Cambres de Catalunya y de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, a las primarias de Junts de cara a las elecciones del 14-F.
"La decisión de dedicarse al entorno de la política cuando se quieren mantener cargos, la consideramos de dudosa legalidad y, en cualquier caso, de dudosa ética porque son entidades de derecho público". Claro y contundente, el presidente de Pimec cerraba la tradicional rueda de prensa de Navidad con los periodistas, este año a distancia, en formato virtual y sin el mítico almuerzo de cada año, pero, eso sí, con el optimismo que siempre ha caracterizado Josep González, que ha cerrado su discurso con un deseo claro: "Que tengamos menos problemas de los que estamos pronosticando, no hace falta mucho para que el próximo año sea mejor que este".
Y que sea mejor lo decía en todos los sentidos: en el sanitario y económico, pero también en el de las relaciones empresariales. Y es que, se lamentaba, las cámaras "nos han obligado a una cierta defensa de estas injerencias" cuando, señalaba, "les podemos dar ideas de cómo mejorar su situación", pero no lo han hecho porque, asegura, "en ningún momento se nos ha consultado". Ahora bien, sea como sea, en este sentido Pimec cierra el año "satisfecha" porque el decreto ley de cámaras no se ha aprobado y, a parecer de González, "si ni Torra, ni la consellera Chacón, ni el conseller Tremosa lo han aprobado, será por alguna razón" que, según él, es el "claro intento de injerencia no justificada en el rol de los agentes sociales y manifiesta desproporción de sus demandas".
González: "La decisión de dedicarse al entorno de la política cuando se quieren mantener cargos, la consideramos de dudosa legalidad y, en cualquier caso, de dudosa ética porque son entidades de derecho público"
Pero no todo es blanco o negro y, si bien es cierto que habrá que esperar a que pasen elecciones y empiece una nueva legislatura en el Parlament para ver qué pasa con el decreto y la ley de cámaras, también lo es que, como explicaba la ex consellera d'Empresa, Àngels Chacón, en una conversación con VIA Empresa, el texto final del decreto ley estaba a punto de llegar a la cámara catalana para ser sometido a debate después de que ella misma se reuniera en varias ocasiones tanto con Pimec, Foment del Treball, CCOO y UGT, como con las 13 cámaras de comercio catalanas.
Un hilo conductor de batallas empresariales
Pero Pimec continúa pensando que el propósito de este decreto no es el que corresponde a las cámaras y, precisamente por eso, González se ampara de nuevo, en el artículo 7 de la Constitución española que dice que "los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que los son propios". Más allá de todo esto, hay otra pugna con la Cambra, pero esta va al margen de la ley y, a pesar de que el presidente de la patronal de las pymes asegura que no tiene nada a ver, sí que hay un hilo conductor que une las dos batallas.
Y es que Canadell dijo durante el acto unitario de las 13 cámaras catalanas que tenía por objetivo reclamar la aprobación del decreto ley por lectura única en los últimos plenos del Parlament que "en este país pasa que hay patronales que hace 25 años que no hacen elecciones y que se designa a dedo", cosa que, según apunta González, ha reiterado en varias ocasiones. Esto llevó a Pimec a interponer una querella criminal por injurias contra el presidente del Consell de Cambres de Catalunya por hacer "constantes ataques y mentiras en contra de Pimec perjudicando la imagen de la entidad", una afirmación que, advierte González, no es real. "Cada cuatro años se han hecho elecciones, pero no había candidaturas y él ha admitido que se intentó presentar en 2014 y que no lo consiguió", ha querido hacer saber.
Josep González y Antonio Cañete durante la rueda de prensa de balance de 2020 | Pimec
Esta querella es "a título personal" e, insiste el presidente de la patronal, "no tiene nada que ver con la falta de entendimiento con la ley". A esto, González ha añadido un punto más y es la decisión de Canadell de ir a las listas de las elecciones catalanas, cosa que, si le permitiera hacer el salto a la política, igual querría compaginar con su presidencia en la Cambra hasta que pasara el relevo de la presidencia a Mònica Roca. Aún así, Canadell ya había dicho que, si este fin de semana sale escogido a las primarias de Junts, delegaría sus funciones a la vicepresidenta de la entidad de derecho público. "Acumular cargos no está a la altura de los tiempos modernos", ha avisado el presidente de Pimec para dar por cerrado este tema.
Y más allá de todo esto...
Hemos pasado de ver en 2018 cómo las batallas patronales llegaban a su punto más álgido después de 12 años de disputas para la representatividad, a un 2019 marcado por la paz patronal entre Pimec y Foment y la reincorporación de Cecot a la patronal liderada por Josep Sánchez Llibre; y, finalmente, un 2020 que, más allá del coronavirus y todas las consecuencias que ha comportado la pandemia, quedará marcado en la historia por la unión de los agentes sociales contra las cámaras de comercio catalanas. El presidente de la Cambra de Terrassa, Ramon Talamàs, ya recordaba este jueves que esta "no es una situación de color político, sino de necesidad del tejido económico" y añadía que "las cámaras representamos a todo el tejido empresarial, a cualquier empresa o autónomo".
González: "Miramos 2021 con optimismo, pero hay que tener en cuenta que la mayoría de empresas no aguantará las restricciones de una tercera ola"
Un tejido empresarial que necesita una unión que haga la fuerza delante de un panorama incierto y, en parte, no muy optimista. Según el informe sobre el impacto de la covid-19 en pymes y autónomos presentado por el economista y gerente del área Institucional de Pimec, Àngel Hermosilla, actualmente un 9,8% de las pymes y autónomos no tiene actividad, una cifra que representa un 5,2% más que los datos publicados por la patronal el mes de septiembre. Además, un 79,1% de las empresas encuestadas han admitido haber sufrido una bajada de la actividad en durante 2020 y, lo que es peor, dos de cada tres empresas asegura que no podrá aguantar nuevas restricciones derivadas de una posible tercera ola con las consecuentes restricciones que esta comportaría, motivo por el cual un 16,8% tendría que bajar la persiana por siempre jamás.
Y esta unión empresarial, más necesaria que nunca, tiene que ir acompañada de un optimismo que supere las expectativas como lo expresa González, que tiene claro que 2021 será mejor que este año porque "tenemos unos factores como lo son el aumento del ahorro de las personas, los fondos europeos, la previsible caída de los contagios y unas vacunas que lo tendrían que confirmar, la subida del turismo y un presidente de los EE.UU. que será Biden y no Trump" que tendrían que hacer de sus previsiones una realidad. Solo el futuro sabe lo que nos depara, pero, otra vez y como reza el dicho, la unión hace la fuerza y de esto también dependerá nuestra posteridad.