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B de Bocata, bocadillos de autor con sabor a oportunidad

La startup barcelonesa dignifica el bocadillo con un proyecto de inserción sociolaboral que ya factura cerca de medio millón de euros

La familia de B de Bocata | Cedida
La familia de B de Bocata | Cedida
Natàlia Bosch | VIA Empresa
Periodista
Barcelona
08 de Noviembre de 2025 - 05:30

Probar un roast beef con salsa café de París, bogavante o secreto ibérico entre dos rebanadas de pan podría parecer una excentricidad gastronómica. Pero reducir B de Bocata a una propuesta culinaria singular sería quedarse en la superficie. Esta empresa emergente barcelonesa nace de la confluencia entre dos trayectorias: la de Berta Argenté, de 32 años y un fuerte vínculo con el emprendimiento social, y la de Borja Poal, un auténtico creativo culinario obsesionado por el formato bocadillo con solo 26 años.

 

Con un local en la calle Granada del Penedès, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, y un segundo de temporada en la Costa Brava, la firma opera como una empresa social con un doble propósito: elevar el bocadillo a la cocina de autor y generar empleo para personas en situación de vulnerabilidad. El proyecto colabora con más de una docena de entidades sociales que derivan perfiles diversos para incorporarlos al equipo. La formación que ofrecen es práctica, intensiva y orientada a la inserción inmediata. “Toda persona nace con potencial, pero no todo el mundo nace con una oportunidad”, asegura a VIA Empresa Argenté.

She Bistro, la semilla de un sueño

La historia de B de Bocata arranca con She Bistro, el primer proyecto de Argenté y una tercera socia, nacido en 2022 con la voluntad de combinar gastronomía e inserción sociolaboral. El restaurante pretendía ser un espacio de formación y oportunidad para personas en riesgo de exclusión social, pero con una propuesta culinaria aún en construcción.

 

El proyecto colabora con más de una docena de entidades sociales que derivan perfiles diversos para incorporarlos al equipo. La formación que ofrecen es práctica y orientada a la inserción inmediata

Poco después, decidieron incorporar a Poal, quien había comenzado a elaborar y repartir bocadillos desde casa durante la pandemia. Cuando Poal entra en el equipo, lo hace con una condición clara: “Entro, pero con B de Bocata”, recuerda entre risas Argenté. Su concepto de bocadillos de autor, elaborados con ingredientes de primera calidad, encaja de inmediato con el espíritu social de She Bistro y da un nuevo impulso al proyecto.

Los bocadillos empiezan a servirse dentro del restaurante y, en poco tiempo, se convierten en el producto estrella. El público responde con entusiasmo y las ventas lo confirman. “Nos dimos cuenta de que B de Bocata era la gallina de los huevos de oro”, reconoce Argenté. La marca, nacida casi por casualidad, eclipsa el resto de la carta y empieza a definir la identidad del proyecto.

El "Romántico", un clàssic de B de Bocata | Cedida
El "Romántico", un clásico de B de Bocata | Cedida

Con el tiempo, sin embargo, la falta de encaje entre el nombre del restaurante y el éxito de los bocadillos se hace evidente. Ante esto, la tercera socia decide emprender otro camino, y Berta y Borja toman una decisión arriesgada, pero valiente: cierran She Bistro y relanzan el proyecto bajo el nombre y la identidad de B de Bocata.

A principios de este 2025 y después de años de prueba y error, consiguen dar con la fórmula definitiva: bocadillos planchados de autor, elaborados con producto de alta calidad y un propósito social real. “La experiencia de Borja como antiguo terapeuta de drogodependencias hizo que empezáramos a trabajar en consonancia”, explica.

Hacia una escuela de formación

Cuando Argenté habla de crear una escuela de formación, lo hace con aquella ilusión genuina de quien cree profundamente en lo que hace. Su gran objetivo es fundar una escuela propia, pensada para personas que, por una razón u otra, han encontrado demasiadas puertas cerradas en el mercado laboral. Un espacio que no solo enseñe técnicas culinarias, sino que ayude a recuperar la confianza en uno mismo y a fortalecer la identidad personal y profesional. “Queremos que cada persona que pase por B de Bocata sienta que su trabajo tiene valor. El trabajo no es solo un sueldo, es identidad y dignidad”, defiende Argenté.

Actualmente, el equipo está formado por ocho personas y otras ocho durante la temporada de verano. A principios del próximo año, la empresa espera abrir un segundo local en la capital catalana, con el objetivo de continuar creciendo “de manera orgánica y sostenible”.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

La startup prevé cerrar 2025 con una facturación cercana al medio millón de euros, una cifra que confirma la solidez del modelo. Los primeros años, admite la cofundadora, no fueron fáciles: “La financiación y la supervivencia inicial fueron los obstáculos más grandes. Ahora ya hemos encontrado la fórmula y contamos con diferentes inversores de impacto social que nos han ayudado mucho a crecer. Siempre hay esta tensión sana entre crecer y mantener el propósito. Pero crecer para nosotros significa crear puestos de trabajo”, sentencia Argenté.

El galardón al reconocimiento

Este equilibrio entre sostenibilidad económica e impacto social ha despertado el interés de entidades como Netmentora Catalunya, la red que acompaña a emprendedores en las primeras etapas de sus proyectos. La organización ha reconocido a B de Bocata como una iniciativa con una verdadera capacidad de generar empleo y transformación social. El apoyo recibido ha permitido reforzar la estructura, consolidar el equipo y abrir nuevas líneas de crecimiento.

En paralelo, el formato gastronómico -enmarcado en el segmento fast casual- ha sido clave para hacer viable el modelo: una propuesta ágil y asequible que facilita la escalabilidad y permite mantener procesos formativos prácticos y replicables. El bocadillo, lejos de ser un recurso anecdótico, se ha convertido en una herramienta operativa para hacer realidad el propósito.

Con la mirada puesta en el medio plazo, el objetivo es seguir el camino de referentes como La Fageda, abrir entre cinco y seis locales en diversas ciudades y ampliar progresivamente el impacto social

Con la mirada puesta en el medio plazo, el objetivo es seguir el camino de referentes como La Fageda. "El otro día visitamos su sede, y es exactamente el modelo al que aspiramos", concluye Argenté. La hoja de ruta de B de Bocata prevé abrir entre cinco y seis locales en diversas ciudades, desarrollar y explorar servicios de catering y eventos, y ampliar progresivamente el impacto social. Todo ello, con una idea clara y firme: hacer de la ocupación una auténtica herramienta de transformación real.