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Cacao y otras materias primas: los precios se van a las nubes

El cacao ha disparado su precio este 2024, pasando de los 4.200 dólares por tonelada con los que empezó el año a los más de 10.000 actuales

¿Podremos seguir comiendo chocolate, o el cacao se convertirá en un producto solo apto para los ricos? | iStock
¿Podremos seguir comiendo chocolate, o el cacao se convertirá en un producto solo apto para los ricos? | iStock
Barcelona
12 de Abril de 2024

Hace semanas que los medios alertan del precio descontrolado del cacao en origen, una situación que por fuerza acabará afectando el mercado de todos los productos que se elaboran a partir de esta materia y, especialmente, al de chocolate. Las cifras son espectaculares: el cacao ha disparado el precio en este 2024 (de los 4.200 dólares por tonelada con los que empezó el año hasta los más de 10.000 actuales) y, si miramos más atrás, vemos que veníamos de unos precios alrededor de los 2.000 dólares. Este incremento desmesurado ha dejado en una cosa menor la gran subida de 1977, resultado de malascosechas, cuando el cacao se disparó hasta los 5.400 dólares, cuando un par de años antes cotizaba en la línea de los 1.000.

 

Es una buena muestra de los efectos devastadores que tiene una reducción drástica de la oferta en un mercado de demanda inelástica. ¿Las razones de esta escasez? Totalmente naturales y las mismas que en 1977, problemas climáticos vinculados a El Niño en Costa de Marfil y Ghana (más de la mitad de la producción mundial entre ambos países) que han repercutido de lleno en las cosechas. Como producto final, el chocolate ha visto agravada la subida de precios del cacao con el incremento que también ha sufrido el azúcar, uno de los ingredientes básicos que se utilizan.

El cacao ha disparado su precio este 2024, pasando de los 4.200 dólares por tonelada a los más de 10.000 actuales

Pero este aumento de precios no queda limitado ni mucho menos al cacao, porque si echamos un vistazo a otros elementos del sector primario, encontramos cifras muy llamativas como por ejemplo la evolución en bolsa de empresas vinculadas a la minería de la plata, una commodity que, al igual que el oro, está viendo cómo su precio ha transitado hacia máximos históricos. La firma FirstMajesticSilverCorp experimentó la semana pasada cómo el valor de sus acciones subía un 29%, mientras que las de FortunaSilverMines no se quedaban muy atrás, con una escalada de solo el 23%. La primera de ellas lleva un 50% de subida en el último mes, mientras que la segunda supera el 40% de revalorización en el mismo período.

 

Tanto First Majestic Silver como Fortuna Silver Mines son empresas poco conocidas por el público en general, pero su actividad es crucial. La primera de ellas es una compañía de origen canadiense que tiene las principales explotaciones en México. La compañía fue fundada en 2002 por quien hoy es su primer ejecutivo, KeithNeumeyer, que provenía del mundo de los mercados financieros. Por su parte, Fortuna Silver es también canadiense, pero en este caso con las explotaciones bastante repartidas por el mundo: África, Sudamérica y México. Su origen también es bastante reciente porque la compañía fue creada en 2005 cuando tres inversores unieron esfuerzos; fueron Mario D. Szotlender (emprendedor venezolano), Jorge A. Ganoza (actual presidente y procedente de una familia peruana de larga tradición en la minería) y SimonRidgway (experto en minería que inició su carrera en Alaska en los años setenta).

Lejos de las dos empresas mencionadas, pero aún con una revalorización mensual superior al 20%, está CamecoCorp (Canadian Mining and Energy Corporation), una firma especializada en el uranio. Comparte con las anteriores su origen canadiense, pero en este caso la materia prima con la que trabaja la obtiene de Canadá y de Kazajistán. Nació en 1988 como resultado de la privatización y posterior fusión de dos empresas públicas.

Volviendo al comienzo de este artículo, solo nos queda preguntarnos si podremos seguir comiendo chocolate, o el cambio de precio motivado por razones climáticas acabará siendo estructural y transformará el cacao en un producto solo apto para los ricos.