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Chery: “In Barcelona, for Europe”

El anuncio de la llegada de un centro de I+D a Cornellà para adaptar y diseñar vehículos para el mercado europeo supone un paso adelante de Chery en Catalunya

El vicegobernador de la provincia de Anhui, Shan Xiangqian, durante una reunión en el Palau Pedralbes| Europa Press
El vicegobernador de la provincia de Anhui, Shan Xiangqian, durante una reunión en el Palau Pedralbes| Europa Press
Oriol Alcoba, director de innovación y transferencia de conocimiento en Esade
Director de innovación y transferencia de conocimiento en Esade
22 de Agosto de 2025 - 05:30

El 19 de abril de 2024, hace poco más de un año, Chery anunciaba el acuerdo para fabricar vehículos en la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Aquel fue un momento muy especial por muchos motivos, tanto para la empresa china (que fabrica más de 2,5 millones de vehículos al año en todo el mundo) como para sus socios locales, Ebro. También era una muy buena noticia para los más de 1.000 trabajadores que aún estaban en la bolsa de colocación originada con el cierre de Nissan. El proyecto de reindustrialización de la planta encontraba, por fin, un socio industrial sólido, con músculo, tecnología, experiencia en manufactura y cartera de productos.

 

Repasemos, brevemente, los principales puntos del acuerdo que se anunció aquel día y que se ha ido concretando en el transcurso de los meses que siguieron aquel acto. Básicamente, el acuerdo contemplaba tres puntos principales:

  1. Chery tomaba una posición (minoritaria) en la empresa que gestiona la planta productiva, que pasaba a llamarse Ebro Factory.
  2. Chery, con los socios locales, fabricaría y comercializaría vehículos Chery bajo la marca Ebro, por lo que se creó una nueva empresa en la que el socio chino mantiene, también, una posición minoritaria.
  3. Chery encargaría a Ebro Factory la producción de sus vehículos de otras marcas (concretamente Omoda y Jaecoo) para el mercado español y, posteriormente, el europeo en su conjunto.

El proyecto arrancó con el empuje habitual de los fabricantes chinos emergentes. En parte, esto fue posible gracias a una línea de ensamblaje que permitía montar los vehículos ya fabricados, desmontados y transportados desde China. Pero no nos equivoquemos, pues este no es el objetivo final del aterrizaje de Chery en Barcelona: fue un primer paso para entrar en el mercado de forma rápida y contundente, como así ha sido. Apenas en siete meses, Ebro ya ha superado las 5.000 unidades vendidas y ha copado más del 1% de la cuota de mercado de los SUV (vehículos ligeros de apariencia todoterreno). En paralelo, la fábrica ha sufrido una transformación y rehabilitación profunda que la ha dotado de las capacidades necesarias para localizar la producción y los procesos fabriles necesarios.

 

El proyecto industrial parece muy bien encaminado, cumpliendo las expectativas de crecimiento establecidas inicialmente por los socios o, incluso, superándolas

Actualmente, la planta ya está inmersa en un proceso de escalada productiva que prevé alcanzar las 100.000 unidades anuales en un par de años, con un incremento progresivo de la ocupación hasta superar los 3.000 puestos de trabajo. Esta hoja de ruta prevé, también, la futura unidad de ensamblaje de baterías, anunciada antes del verano, lo que permitirá reducir dependencias externas y avanzar hacia una producción más sostenible (que es uno de los objetivos indisociables del proyecto en su conjunto).

En definitiva: el proyecto industrial parece muy bien encaminado, cumpliendo las expectativas de crecimiento establecidas inicialmente por los socios o, incluso, superándolas. Todo ello, pues, aparentemente confirma el éxito de la reindustrialización de la antigua planta de Nissan.

El segundo paso de Chery

Pero aquel mismo 19 de abril de 2024 se produjeron dos momentos especialmente significativos y que, abrumados por la excitación del momento, seguramente pasaron un poco desapercibidos. El primero fue una frase que los directivos de Chery pronunciaron textualmente y que ya habían utilizado el día que presentaron la marca Omoda, dos meses antes, en un acto celebrado en Madrid: “In Europe, for Europe” (en Europa, para Europa). El segundo momento fue el anuncio de que Chery exploraría la posibilidad de ubicar actividades de más valor añadido en Barcelona (refiriéndose al desarrollo de proyectos de diseño y de tecnología).

Hace unas semanas, coincidiendo con un viaje del president Illa a Wuhu, ciudad china donde Chery tiene su sede, se confirmó la apertura de un centro de I+D en Cornellà de Llobregat.

Con el reciente anuncio, Chery envía un mensaje potente: no se trata solo de montar coches, sino también de diseñar, adaptar e innovar desde aquí para el mercado europeo

Fijémonos bien: todo encaja. El proyecto continúa avanzando, fiel a su espíritu inicial y a su ambición. Con el reciente anuncio, la compañía china envía un mensaje potente: no se trata solo de montar coches, sino también de diseñar, adaptar e innovar desde aquí para el mercado europeo. Pero es que este es un movimiento coherente con el interés que desde un buen inicio demostraron en la alianza con una marca histórica barcelonesa (europea): Ebro. Y es que no lo perdamos de vista: “In Europe, for Europe”.

Este paso tiene una importancia estratégica enorme. Significa que Barcelona no será únicamente una base productiva, sino un hub integral donde la compañía combina ingeniería, innovación y fabricación. Y esto puede marcar un punto de inflexión no solo para Chery, sino para el conjunto del sector de la automoción en Catalunya.

Panel de Chery en una fábrica china | Europa Press
Panel de Chery en una fábrica china | Europa Press

El centro de I+D de Chery en Cornellà estará orientado a la adaptación y el diseño de vehículos pensados específicamente para el mercado europeo. El trabajo incluirá calibraciones, homologaciones, adaptación de interiores, experiencia de usuario y todo aquello que determina la percepción de calidad de los consumidores europeos. ¿Recuerdan? “In Europe, for Europe”.

Además, la proximidad física con la planta de la Zona Franca refuerza la capacidad de integrar el diseño y la fabricación. Ingenieros y técnicos podrán validar cambios y mejoras de manera inmediata en la línea de producción, lo que reducirá tiempos y costes y garantizará que los vehículos cumplen tanto con las exigencias normativas como con las expectativas de los clientes. Esta no es una innovación puntual de Chery, sino que ejemplifica un cambio de paradigma que, afortunadamente, vivimos en los últimos años: se han acabado los tiempos en que las empresas troceaban la cadena de valor y enviaban la I+D “aquí”, la fabricación “allí” y las ventas “allá”.

Tener un centro de I+D local “pegado” a la Ebro Factory es un elemento esencial para garantizar su éxito y su consolidación a largo plazo

Y es que los ciclos de vida de los productos se acortan, la necesidad de testear las innovaciones rápidamente con el mercado es un imperativo en la gestión empresarial, la adaptación de los productos a los gustos y solicitudes de cada mercado se deben producir con inmediatez, etc. En definitiva: es necesario que la conceptualización, la investigación, el desarrollo, el diseño, la fabricación y el servicio al cliente estén integrados en lugares estratégicos. No podemos innovar en la distancia, no nos podemos permitir el lujo de perder tiempo, dinero y CO₂ en las operaciones que ligan las diferentes etapas de nuestra cadena de valor.

En este contexto, pues, tener un centro de I+D local “pegado” a la Ebro Factory es un elemento esencial para garantizar su éxito y su consolidación a largo plazo. Por otro lado, no solo aporta velocidad y robustez al proceso de innovación de la empresa, sino que, además, genera efectos de arrastre sobre proveedores, universidades y centros de investigación y tecnológicos. Catalunya ya dispone de una cadena de valor muy completa en automoción: grandes fabricantes, ingenierías, empresas de software y electrónica, y una red de proveedores con un peso específico a escala estatal y europea. La llegada de “Chery I+D” añade masa crítica y puede convertirse en un catalizador de proyectos en ámbitos como los sistemas de conducción autónoma, el vehículo conectado, los interiores sostenibles o la validación de nuevos materiales.

También es una gran oportunidad para el talento de nuestras escuelas y universidades. La combinación de fabricación e I+D en un mismo lugar crea itinerarios profesionales completos, desde la formación profesional hasta los doctorados industriales, y puede ayudar a retener y atraer ingenieros en un momento de gran competencia internacional por el talento. Conocemos el potencial de oportunidades como esta, en nuestra casa, porque lo hemos vivido en casos como la evolución que experimentó la fábrica de la multinacional americana HP en Sant Cugat, que pasó de la pura fabricación de productos a convertirse en el centro de excelencia global para la empresa en negocios estratégicos como la impresión de gran formato o la impresión 3D.

Las cosas están pasando muy deprisa... y, quizás, Chery no sea un caso aislado. También en 2024, la empresa química china Wanhua abrió un centro de I+D en Cornellà. En este caso, orientado a dar servicio a sus clientes europeos y a desarrollar proyectos de investigación aplicada. El mensaje parece evidente: las multinacionales chinas no solo buscan capacidad productiva en Europa, sino que, cada vez más, quieren establecer centros de innovación e ingeniería.

Esto responde a diversos factores: además de los ya mencionados anteriormente para el caso de Chery, recientemente se ha añadido la conveniencia de reducir riesgos ante posibles aranceles y medidas proteccionistas. Situar tanto la producción como la innovación dentro de la Unión Europea (UE) es, en este sentido, una estrategia de resiliencia, dado que añade valor a la producción en Europa y, por lo tanto, reduce los importes que las multinacionales deben satisfacer en concepto de tasas a la importación. ¿Recuerdan? “In Europe, for Europe”.

Probablemente estamos ante una nueva tendencia: la de empresas chinas que ya no vienen aquí solo a producir, sino también a pensar, diseñar e innovar desde nuestro territorio

En definitiva, la apertura del centro de I+D de Chery en Catalunya no es solo una noticia positiva en sí misma: ejemplifica un cambio cualitativo extremadamente interesante. Si este movimiento se acompaña de la consolidación de la planta de la Zona Franca, de la generación de talento y de la colaboración con el ecosistema industrial y de innovación locales, Catalunya habrá reforzado, claramente, su posición como región industrial de referencia en Europa. Probablemente estamos ante una nueva tendencia: la de empresas chinas que ya no vienen aquí solo a producir, sino también a pensar, diseñar e innovar desde nuestro territorio. Y esto abre una ventana de oportunidad que hay que aprovechar.

¿Recuerdan? “In Europe, for Europe”... ¿O era “In Barcelona, for Europe”?