Hace pocos días, el suplemento de deportes del diario británico The Times reveló que, durante el 2022, el multimillonario Jim Ratcliffe intentó adquirir una participación del 50% del FC Barcelona. Su interés se despertó al ver que el presidente del club, Joan Laporta, estaba a punto de activar las famosas palancas, una solución que le parecía ineficiente. El empresario de Lancashire ofreció suficiente dinero -unos 2.000 o 3.000 millones de euros- para no tener que hacer efectivas las palancas y poder remodelar el estadio con fondos propios. A cambio, pedía la mitad de la propiedad del club y se comprometía a no traspasarla a terceros. El presidente barcelonista le hizo saber que la naturaleza jurídica del club, aquello que conocemos cómo el modelo de propiedad, no permite la entrada de capitales ajenos y aquí finalizaron las conversaciones.
Ahora, la pregunta que todo el mundo se hará es quién demonios es Sir Jim Ratcliffe (1952) y cómo es que tiene tanto dinero. El caso es que tiene suficiente dinero cómo para ser el hombre más rico del Reino Unido, que no es poca cosa en un país que alberga, por ejemplo, la célebre City londinense. Su primer trabajo en la petrolera Esso (Heredera de la empresa Standard Oil de Rockefeller, que más tarde pasó a ser Exxon) lo encaminó hacia el mundo de los derivados del petróleo, al cual volvería años después cuando creó Ineos, la empresa que lo ha hecho multimillonario. Entremedias, pasó por la firma financiera Advent International, donde aprendió los secretos de cómo hacer abordajes (Técnicamente llamados management buy-in) a empresas interesantes. Esta compañía había sido fundada por Peter Brooke en 1984 y cuando Ratcliffe llegó (1987) estaba en pleno proceso de expansión.
Laporta le hizo saber que la naturaleza jurídica del club, no permite la entrada de capitales ajenos y aquí finalizaron las conversaciones
Cómo que había sido un fichaje estrella procedente del plantel de la London Business School, donde había hecho un MBA, con solo veinticinco años se encontró con un salario de 115.000 libras esterlinas (Lo que en aquel momento serían más de 23 millones de pesetas). Tres años más tarde vio su gran oportunidad cuando la multinacional petrolera BP se quería desprender del negocio químico e hipotecó su casa para lanzarse a la piscina. Consiguió financiación suficiente -además de la casa- para pagar los 37 millones de libras que valían las dos plantas que BP se había planteado cerrar, y se las quedó. Aquí empezó su imperio. Con más compras posteriores que hizo en la compañía británica fue construyendo un gran grupo químico, que fue unificado bajo la marca Ineos en 1998. El nacimiento de este holding puede recordar al de la empresa de plásticos Lanxess, que nació cuando Bayer decidió prescindir de esta rama de negocio y sacarse de encima la empresa filial, que en algunos momentos ha triplicado su valor desde la salida a bolsa del 2005 (A quien, sin ser del sector, le suene el nombre de Lanxess es probablemente porque es la denominación comercial del principal pabellón de deportes de Colonia, allá donde se juega anualmente la final a cuatro de la Copa de Europa de balonmano).
Los socios de Ratcliffe en la aventura son Andy Currie y John Reece; el primero de ellos procedía precisamente de la rama química de la BP -la que Ratcliffe adquirió- mientras que el segundo había hecho carrera en la auditora PriceWaterhouseCoopers, donde asesoraba empresas químicas. Hoy en día, los ingresos de Ineos superan los 20.000 millones de euros, con unos beneficios por encima de los 2.000 millones y, en consecuencia, es una de las mayores empresas químicas del mundo. Una de las características principales del grupo de empresas que conforman Ineos es la descentralización y la autonomía de cada planta, lo que ellos denominan "estructura federal".
La visibilidad que tiene Ineos entre el público en general proviene de sus vínculos con el deporte, porque la empresa es propietaria del equipo ciclista homónimo (antes Team Sky) y también es el principal patrocinador de la escudería de Fórmula 1 Mercedes AMG. También són los máximos accionistas del OGC Niza, un equipo de la primera división francesa de fútbol donde jugó Josep Samitier durante la Guerra Civil.
Ratcliffe hace la vida que se puede esperar de alguien con un patrimonio de más de 20.000 millones de dólares, es decir, yates de grandes dimensiones y residencia fiscal en Mónaco
En el ámbito personal, Ratcliffe hace la vida que se puede esperar de alguien con un patrimonio de más de 20.000 millones de dólares, es decir, yates de grandes dimensiones, residencia fiscal en Mónaco, mansión en un lago suizo y expediciones arriesgadas en los polos norte y sur, entre otras posesiones y actividades singulares. Se sabe que es un gran forofo del Manchester United, y de hecho se encuentra en el pool de inversores que han presentado oferta para quedárselo, ahora que la familia Glazer ha decidido ponerlo en el mercado. De momento parece que los propósitos de Ratcliffe de tomar el control del Barça no saldrán adelante, pero en la situación actual de la entidad barcelonista, donde Goldman Sachs es estructuradora de una deuda milmillonaria, el futuro está por escribir.