Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha impulsada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y coordinada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Pero no se trata solo de conmemorar un día concreto, sino de promover una auténtica forma de vida. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 500.000 personas se dedican a tiempo completo a la llamada economía ambiental, un sector que aglutina todo un ecosistema de empresas emergentes. ¿Un ejemplo? Los siguientes tres proyectos incubados en Barcelona Activa.
Jungle Roofs quiere enfriar Barcelona con techos verdes
"El verano pasado, yo vivía en Holanda y un amigo mío, y ahora socio, vivía en Barcelona. Un día me habló de uno de los grandes retos de futuro para la ciudad: el efecto isla de calor urbana, un fenómeno que hace que las zonas urbanas sean notablemente más cálidas que las rurales, ya que los edificios y calles absorben y retienen más calor que los espacios naturales como prados o bosques. En aquel momento, como arquitecto urbanista, quise aportar una solución”, explica Lorenzo Campini a VIA Empresa. Por ello, se trasladó a Barcelona con un objetivo claro: transformar la construcción de cubiertas verdes en un producto y ofrecerlo a empresas.
Jungle Roofs, una empresa emergente con una misión ambiciosa: crear la red más grande de techos verdes en las principales zonas urbanas
De esta experiencia personal nació Jungle Roofs, una empresa emergente con una misión ambiciosa: crear la red más grande de techos verdes en las principales zonas urbanas, promoviendo que empresas y ciudadanía financien su construcción y mantenimiento para combatir los efectos del calentamiento provocado por el cambio climático.
La innovadora solución de VasovenGo para un café sin residuos
"Solía ir siempre a mi cafetería de barrio con mi taza reutilizable, pero me molestaba ver la cantidad de residuos generados por los vasos de un solo uso. Me preocupaba pensar en la cantidad de residuos que producían personas como yo, que disfrutaban de su café diario en estos lugares", explica a VIA EmpresaManuela Santoyo, CEO y cofundadora de VasovenGo. A raíz de esta necesidad, Santoyo, junto con su madre, se pusieron a trabajar para ayudar a la ciudadanía a recuperar el hábito de reutilizar. "VasovenGo es un servicio de vasos reutilizables diseñado para cuando vas o vienes, como bien indica el nombre. Ofrecemos una solución sostenible que sustituye los vasos de un solo uso, ayudando a reducir residuos innecesarios y promoviendo un cambio hacia un consumo más responsable y reutilizable", añade Santoyo.
Santoyo explica que, durante una comida entre madre e hija, surgió una conversación sobre los hábitos perjudiciales que han contribuido a la actual crisis climática. Reflexionando sobre qué podían hacer, Santoyo como diseñadora industrial y su madre como emprendedora de varios proyectos, decidieron unir fuerzas para generar un cambio y contribuir a mejorar el medio ambiente.
La cerámica sostenible hecha a base de pieles de naranjas
Emiliano Altamirano, diseñador de moda con una amplia y exitosa trayectoria en la industria, ha dado un paso más al convertirse en emprendedor. Su historia comenzó de manera inesperada durante la pandemia, cuando un encuentro casual le cambió la vida. Un día, mientras bajaba a tirar la basura, un hombre le pidió que dejara los residuos fuera del contenedor para poder aprovechar algo. Entre lo que llevaba estaban los restos de unas naranjas que había exprimido, y aunque inicialmente dudó que fueran útiles, la situación despertó su curiosidad. De vuelta a casa, Altamirano investigó y comenzó a experimentar hasta desarrollar una pasta hecha de residuos orgánicos. Este material evolucionó hasta convertirse en lo que hoy define como una "biocerámica", un producto innovador que imita la cerámica tradicional, pero con beneficios ambientales: elimina emisiones de CO2 y desprende un aroma agradable.
"biocerámica", un producto innovador que imita la cerámica tradicional, pero con beneficios ambientales: elimina emisiones de CO2 y desprende un aroma agradable
Ante este escenario nació Novapedra con el objetivo de crear un modelo de negocio que reinterprete la cerámica tradicional aprovechando residuos orgánicos. Esta iniciativa está profundamente comprometida con la preservación del medio ambiente y la sostenibilidad. Con cada compra de sus productos, una parte se destina a plantar un naranjo, contribuyendo así a la creación de un bosque sostenible. Además, Novapedra apuesta por los proveedores locales, fomentando las economías de proximidad y reduciendo la huella de carbono asociada al transporte, reafirmando su compromiso con un futuro más sostenible.