
Durante el confinamiento por la covid-19, Jaime Escobar se aburría en casa. Apasionado por la construcción de dispositivos de automatización, se le ocurrió instalar un contador instantáneo de agua para controlar su consumo y ser más consciente de lo que gastaba. Al comentarlo con Miquel Escobar, que ha estudiado inteligencia artificial en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), vieron la posibilidad de ir más allá y automatizar todo el proceso. Así nació Mica Eco, una startup sin ánimo de lucro centrada en el desarrollo de un sistema basado en IA que ayuda a los propietarios a optimizar el consumo de agua y reducir su factura.
Con la idea de ofrecer recomendaciones personalizadas para optimizar el uso del agua y fomentar una gestión eficiente, los dos emprendedores —Jaime y Miquel Escobar— junto con otras dos personas, fundaron Mica Eco en 2024. Actualmente, la startup cuenta con el apoyo de Barcelona Activa. “Nuestro sensor inteligente envía datos en tiempo real sobre el consumo de agua a nuestra plataforma en la nube, donde algoritmos de inteligencia artificial desglosan el uso por electrodoméstico, detectan fugas y ofrecen recomendaciones personalizadas para optimizar el consumo”, explica Jaime Escobar en una conversación con VIA Empresa.
Mica Eco, una startup sin ánimo de lucro centrada en el desarrollo de un sistema basado en IA que ayuda a los propietarios a optimizar el consumo de agua y reducir su factura
Con la tecnología de Mica Eco, se puede detectar el consumo de agua de un hogar, de manera instantánea, utilizando solo un único punto de medida, es decir, el contador de agua. La aplicación utiliza algoritmos de inteligencia artificial para ofrecer un desglose del consumo por dispositivo. “Por ejemplo, podemos saber cuánto has gastado en la ducha, en el váter… incluso identificar cada evento concreto: te has duchado esta mañana y has consumido 10 litros; después se ha duchado tu hijo y ha consumido 40. Esta información se genera a partir del consumo en tiempo real y de algoritmos que clasifican automáticamente cada uso”, añade Jaime.
La meta para 2025 es sacar el producto al mercado
En este punto, el responsable reconoce que el producto aún no ha salido al mercado, ya que se encuentra en fase de pruebas. Sin embargo, el objetivo es lanzarlo antes de finalizar el año. “La idea es que a final de año ya esté operativo y en funcionamiento. A partir de aquí, nos plantearemos una nueva etapa para definir cómo se puede monetizar el proyecto: si a través de ventas B2C directamente a clientes o, si no, B2B”, apunta Jaime Escobar.
Hasta ahora, la empresa ha podido impulsar el proyecto gracias a una subvención de 50.000 euros recibida en el marco de la convocatoria Hábito-Hábitat. “Hemos podido salir adelante porque, de momento, todos estamos trabajando sin sueldo. Actualmente, funcionamos como una asociación sin ánimo de lucro, y esto nos permite continuar, ya que los costes de infraestructura son muy bajos”, explica Miquel Escobar.
En cuanto al futuro, Jaime explica que se han marcado un objetivo inicial muy básico: empezar y ser sostenibles. “El objetivo que tenemos es instalar el sistema en una base suficiente de clientes para demostrar que es operativo y alcanzar un cierto nivel de excelencia: ofrecer una app y una clasificación del consumo realmente eficiente y precisa”. Añade que, una vez alcanzada esta etapa, el desarrollo más natural sería el B2B. “La idea es generar interés en empresas del sector del agua, en fabricantes de contadores o en empresas de telelectura; esta sería la vía más sencilla para crecer y abrirnos paso en el mercado”, concluye.