
Los ránkings, las listas y las clasificaciones en general sirven para poner orden y para visualizar conceptos de los cuales ya tenemos conocimiento, pero que no acabamos de percibir en toda su dimensión. Esta toma de conciencia pasa cuando, por ejemplo, echamos un vistazo al ránking de los principales 500 fondos de inversión del mundo, y en especial el que acaba de publicar la revista Investment & Pensions Europe (IPE). Del análisis de este listado, podemos sacar muchas conclusiones.
En primer lugar, constatamos que los siete primeros fondos de inversión son todos de Estados Unidos, y que este país tiene 20 firmas entre las 25 más grandes del mundo. Por cierto, llegados a este punto hay que hacer una precisión de carácter lingüístico: normalmente, a compañías como BlackRock o Vanguard las llamamos fondos de inversión, aunque en puridad son entidades gestoras de fondos, con muchos fondos de inversión cada una de ellas. La realidad es que referirse a ellas como fondos de inversión, aunque resulte impropio, facilita que nos entendamos, de manera que continuaremos tomándonos esta pequeña licencia.
Si repasamos los fondos del ránking, de abajo a arriba, encontramos que en el décimo lugar hay Pimco (Pacific Investment Management Company), una entidad fundada en 1971 en California por el financiero William Hunt "Bill" Gross, que hace cierto tiempo se retiró de la primera línea de la gestión de fondos. El actual número uno de la firma es el francés Emmanuel "Manny" Roman. El propietario de Pimco es la aseguradora alemana Allianz, que adquirió la compañía en el año 2000. El volumen de activos que gestionan es de 1,87 billones de euros. Un escalón por encima de ellos hay la menos conocida BNY Investments, la rama de gestión de activos del conglomerado BNY, que procede de la fusión del Bank of New York con Mellon Financial. La máxima responsable de la rama de inversiones del grupo es Hanneke Smits, que tiene bajo su responsabilidad los 1,97 billones que gestiona su firma.
El lugar número ocho lo ocupa la francesa Amundi, la firma europea que está más arriba del ránking con mucha diferencia. Esta compañía nació en 2010 como fusión de la división de inversiones de dos entidades bancarias gigantescas del país vecino, como son Crédit Agricole y Société Générale. La primera de ellas es la máxima accionista con más de dos tercios del capital. Gestionan unos activos por valor de 2,24 billones de euros y la máxima responsable de la empresa es Valérie Baudson.
Si continuamos subiendo, y entrando de lleno en territorio yanqui, tropezamos con la división de gestión de fondos de la conocidísima firma Goldman Sachs, dedicada principalmente a la banca de inversión. La compañía fue creada en 1869 por el judío bávaro Marcus Goldman, que se había establecido en Estados Unidos en 1848. Más tarde entró su yerno Samuel Sachs, con el que el nombre de la firma quedó consolidado. Hoy día gestionan 2,71 billones de euros y su máximo responsable es David Michael Solomon. Por encima de ellos hay uno de los clásicos que encontramos siempre presente en el accionariado de la gran mayoría de empresas cotizadas, como es Capital Group. Los californianos fueron fundados en 1931 por Jonathan Bell Lovelace y en la actualidad son los responsables de fondos que acumulan 2,75 billones de euros. El primer ejecutivo es Mike Gitlin.
Un 'top-5' protagonizado por viejos conocidos
Entramos ya en el top-five de la lista, y a quien encontramos es a otro de los nombres míticos de las finanzas americanas, JP Morgan, que aparte de ser un banco (el JP Morgan Chase), también se dedica a la gestión de fondos. La firma matriz se creó en 1996, cuando se fusionaron el Chase Manhattan Bank, el JP Morgan y el Bank One Corporation (anteriormente conocido como First Banc Group). El máximo responsable es George C.W. Gatch, que hace casi cuarenta años que está en la firma. El volumen gestionado por ellos se eleva hasta los 3,5 billones de euros.

Por encima hay State Street, aquellos que hasta hace pocos días tenían como logotipo un elegante barco (técnicamente se trataba de un clíper del siglo XIX) con las velas infladas por el viento y que pueden presumir de tener unas raíces históricas que se hunden hasta el lejano 1792. Desgraciadamente, este año han sustituido su logotipo histórico por uno nuevo del todo insustancial, en línea con la falta de imaginación que reina por todas partes en este siglo XXI. Hoy día, quien lidera la rama de inversión de la firma es Yie-Hsin Hung, una ingeniera con formación en Yale y Harvard. Tiene bajo su responsabilidad la ensordecedora cifra de 4,55 billones de euros.
Y finalmente, ponemos los pies sobre el pódium: la medalla de bronce corresponde a Fidelity, una gestora que podríamos llamar familiar porque la mayor parte del capital está en manos de la heredera del fundador, Edward Crosby Johnson II. No sólo tiene un 40% del capital, sino que Abigail Johnson también actúa como primera ejecutiva del imperio. Sobre la cifra de acciones que están en manos tanto de Abigail como de todo el clan Johnson, lo cierto es que cuesta mucho saber la verdad porque como no es una empresa cotizada, existe cierta opacidad. En todo caso, lo que sí es público y notorio es que gestionan 5,66 billones de euros.
La medalla de plata se la llevan los que habitualmente son etiquetados como los inventores de la gestión pasiva y las comisiones low-cost, es decir, Vanguard. El fundador e ideólogo de Vanguard fue Jack Bogle, uno de los grandes mitos de las finanzas yanquis, muerto ahora hace seis años y medio, y que creó la compañía en 1975. La firma de Pensilvania es dirigida por Salim Ramji desde el año pasado y gestiona 9,7 billones de euros, casi el doble que Fidelity, su inmediato perseguidor.
BlackRock y Vanguard no piden sillas en los consejos de administración, sus objetivos son puramente los resultados financieros
Por fin llegamos al campeón de campeones, pero el nombre no resultará ninguna sorpresa, porque quien más quien menos sabe que los más grandes del mundo son BlackRock, que han construido un gran imperio en buena parte gracias al invento de los ETF (exchange-traded funds), una manera fácil y barata de invertir que utilizan no sólo los aficionados, sino muchas de las gestoras rivales. El volumen de activos gestionados por BlackRock se eleva a los 11,16 billones de euros. Son, como Vanguard, el paradigma de la gestión pasiva y, como consecuencia de ello, también de la inversión conocida como no activista.
En otras palabras, ni uno ni el otro acostumbran a influir en el gobierno de las empresas donde invierten y, de hecho, no piden sillas en los consejos de administración cuando por razón de su peso en el capital podrían ser los accionistas con más miembros en los órganos de gobierno de las compañías. Desgraciadamente, esto último no lo sabe todo el mundo -ni siquiera en el gremio de los periodistas- y es frecuente oír teorías conspirativas que atribuyen a BlackRock un poder omnímodo en el planeta Tierra, que está muy lejos de ser real. Su objetivo son puramente los resultados financieros y ofrecer las máximas rentabilidades posibles para sus clientes, verdaderos propietarios del dinero que gestionan.
Mareados como estamos con tantos billones, es necesario que busquemos referencias para entender la magnitud de lo que acabamos de ver y una de ellas puede ser comparar estos volúmenes de dinero con el producto interior bruto de los países. Por ejemplo, en 2024 el Estado español generó un PIB de 1,59 billones de euros, bastante por debajo del décimo clasificado de la lista que hemos comentado. De hecho, una cifra así estaría en el lugar catorce del ránking. Si lo comparamos con el líder, BlackRock, podemos decir que la firma de Nueva York gestiona un importe que es siete veces el PIB español. A pesar de asumir que estamos comparando conceptos diferentes, sí que es cierto que como referencia nos da una idea de las dimensiones de estas compañías.
Vivimos, sin duda, en un barrio periférico a muchos kilómetros de distancia de las principales avenidas por donde corren los calés del planeta
Y hablando de tamaños, quien queda anonadado ante una exhibición de poder tal, son los colosos ibéricos, que estamos acostumbrados a contemplar como gigantes cuando nos lo miramos desde casa, pero que, puestos en contexto de la industria financiera mundial, no pasan de ser molinos medianos. Estamos hablando del Santander, porque tenemos que viajar hasta el lugar 120 de la lista para encontrarlo, o también del BBVA, que ocupa la plaza 214. Más abajo aún, en la 236, está la gestora de inversiones de CaixaBank (que se complementa con la posición 313 de su aseguradora de vida, VidaCaixa). El primero de los españoles, el Santander, tiene una gestora de fondos que acumula 236.000 millones de euros, una décima parte de quien ocupa la octava posición, los franceses de Amundi. Vivimos, sin duda, en un barrio periférico a muchos kilómetros de distancia de las principales avenidas por donde corren los calés del planeta.