Ingeniero y escritor

Crecer sin liderazgo significa no progresar

14 de Octubre de 2025
Xavier Roig VIA Empresa

Por lo visto, se va abriendo paso la incredulidad pública ante la subida de sueldo con la que nos obsequian nuestros políticos de forma recurrente. Me refiero a los triunfalistas datos de crecimiento del PIB. Encima, nos hemos empachado de la arrogancia y la pedantería españolas más agudas: vamos pregonando que crecemos más que la mayoría de países de la Unión Europea (UE). ¡Como si no fuéramos los líderes en ayudas de los Fondos Next Generation! Parece mentira el nivel de desinformación al que está sometida la sociedad catalana.

 

El caso, como decía, es que empieza a discutirse el modelo que -hay que ser burros- se basa en el hecho de que el crecimiento del PIB sea alto, pero, al mismo tiempo, el crecimiento de la población sea aún más alto. El pastel es más grande, pero el número de comensales aún lo es más. Conclusión: tocamos a menos trozo de pastel por cabeza. Ya sé que nuestro sistema escolar es un desastre -especialmente en el área de las matemáticas-. Pero, señores gobernantes, ¡estamos hablando de una simple división! Y si digo que los discursos que se oponen al crecimiento irresponsable van abriéndose camino es gracias a los análisis como los que periódicamente lleva a cabo el señor Modest Guinjoan, el economista ya conocido por casi todo el mundo.

El pasado día 8 se presentó en el Col·legi d'Economistes de Catalunya el libro Crecer o Progresar. Catalunya ante el espejo (Editorial Pòrtic), cuyo autor es el mencionado señor Guinjoan. Asistieron empresarios, economistas y otros profesionales, damnificados, todos ellos, por el día a día. El libro, como comento, se podría resumir en que denuncia el error de ser optimista ante una división matemática en la que el denominador crece más que el numerador -crece más la población catalana que su PIB-. Y de ahí el título: crecer no significa progresar. En los últimos 25 años, Catalunya ha crecido, pero no ha prosperado. Si en cuanto al PIB per cápita tomamos la media de la UE como 100% -en paridad de poder de compra- Catalunya ha pasado del 125% en el año 2000, al 107% en el año 2023. La constatación del retroceso no puede ser más dramática. Sin embargo, creo que la contribución del libro es que no se limita a exponer este hecho -innegable, excepto para nuestros gobernantes-, sino que realiza dos contribuciones importantes.

 

Por un lado, explica que, si el PIB per cápita ha decrecido se debe a que la productividad ha bajado. Hecho innegable. Pero señala un hecho que hasta ahora nadie ha tenido el coraje de apuntar: hay sectores que hacen bajar la media. Quiero decir que, sin la “contribución” de estos sectores, nuestro PIB per cápita no hubiera ido retrocediendo de forma tan evidente. Por lo tanto, el señor Guinjoan propone que determinados sectores deberían decrecer -hecho que podría comportar que Catalunya, durante un período determinado de tiempo, no creciera globalmente- en beneficio de apostar por los sectores de productividad más elevada. Es decir: stop-and-see. Dejemos de hacer el burro y pensemos cómo pretendemos que el país sea en el futuro. Porque, tal como vamos, vamos mal.

"Dejemos de hacer el tonto y pensemos cómo pretendemos que el país sea en el futuro. Porque, tal como vamos, vamos mal"

La segunda aportación fundamental del libro es que esta corrección macroeconómica que debe hacer el país requiere un liderazgo. Económico, empresarial y político. Y una profesionalización de los servicios públicos. Este plan -decrecemos, temporalmente, para poder crecer más después y no seguir retrocediendo en riqueza per cápita- requiere un liderazgo. Alguien que tenga el país y sus intereses en la cabeza. Yo diría -y esta es mi opinión- que no se ve liderazgo en perspectiva. Tendremos que ir tirando con el individualismo que nos caracteriza.

Este individualismo debería llegar a las administraciones catalanas. Sin su contribución, el país seguirá avanzando torcido y de manera autodestructiva. Porque, como bien señala el señor Guinjoan, seguir creciendo como hemos hecho hasta ahora no reporta progreso. Ni aquí, ni en Pernambuco. Estamos posicionados en el camino perfecto hacia la decadencia económica y social.