
Durante la última década, las Terres de l’Ebre han experimentado un envejecimiento que no corresponde, ni mucho menos, a la fortaleza y el potencial de su tejido empresarial. Desde casos de éxito del sector de la distribución o del embalaje, como Frigorífics Lluís o Gràfiques Salaet, hasta un sólido sector primario, que cuenta con una actividad destacada en el mundo agrícola, las Terres de l’Ebre se erigen como un territorio lleno de oportunidades, pero con un reto colosal: el déficit histórico en infraestructuras viarias, ferroviarias y digitales. Este reto explica que la población conjunta del Baix Ebre, Montsià, Ribera d'Ebre y Terra Alta haya disminuido de los 189.120 habitantes del año 2010 a los 182.231 registrados en 2022 en el Pla Director Urbanístic d'activitat econòmic de Catalunya Sud.
Según el Plan, el envejecimiento que experimentan las Terres de l’Ebre es propio de muchos de los territorios catalanes que se encuentran fuera del ámbito metropolitano de Barcelona. Ahora bien, ¿es este envejecimiento proporcional a la distancia respecto al núcleo de la capital catalana? “La conexión actual es insuficiente y desigual. Con Barcelona y Tarragona tenemos una relación más directa, pero lenta y poco fiable, especialmente en lo que se refiere al transporte ferroviario”, declara a VIA Empresa Ramon Solà Hernández, director ejecutivo de la Associació d'Empresaris de les Comarques de l'Ebre (AECE), quien manifiesta que con Girona “la situación es aún más complicada”: “No hay ninguna conexión eficiente con Girona, y esto nos genera un agravio comparativo respecto a otros territorios. Nuestro tejido empresarial necesita tiempos de viaje más cortos y frecuencias más adaptadas. Esto tiene un impacto directo en la capacidad de hacer negocios, de atraer inversiones y de crear sinergias con otros ecosistemas económicos del país”.
La fotografía poblacional de las Terres de l'Ebre

A inicios de año, la presidenta de la AECE, Maria José Fernández, apuntó a VIA Empresa que el gran reto de las Terres de l’Ebre es la mejora de las infraestructuras, no sólo para permitir la llegada de más empresas al territorio, sino para favorecer la retención del talento, ya que buena parte de la población más joven se ve obligada a trasladarse a Tarragona o Barcelona. Los datos lo demuestran: el mencionado Pla Director Urbanístic recalca que el intervalo de jóvenes ebrenses entre 16 y 24 años suman un total de 16.604 habitantes -no llega al 10% de la población total-. Por otro lado, a pesar de tratarse de una franja más amplia, la población que se encuentra entre los 45 y 64 años supera los 53.000 habitantes -casi el 30% de la población-.
Si a estos datos añadimos que la natalidad también decae -de las 1.745 en 2011 a las 1.240 en 2021- y que las defunciones crecen -de las 1.836 a las 2.167, en el mismo período de tiempo-, en las Terres de l’Ebre queda una fotografía poblacional envejecida, con unas nuevas generaciones que se ven obligadas a emigrar a territorios, como mínimo, mejor conectados.
Solà: “No hay ninguna conexión eficiente con Girona, y esto nos genera un agravio comparativo respecto a otros territorios"
Es en este contexto que el director ejecutivo de la AECE propone una serie de medidas urgentes en los ámbitos viarios y ferroviarios, como la ampliación del tercer carril de la AP-7 entre Amposta y el Hospitalet de l'Infant, la creación de una salida de autopista en la comarca del Montsià, una mejora “urgente” del servicio ferroviario entre Tortosa y Barcelona, o la prolongación de la autovía de Alcañiz (A-68), entre otros.
Hoy por hoy, la infraestructura más crítica del territorio es la ferroviaria, hecho que explica el crecimiento del índice de uso del transporte público por carretera, del 3% al 8% en cinco años. Una estadística que en el cierre del año pasado, José Maria Chavarria, consejero delegado de Autocars Hife, valoró muy positivamente y atribuyó a la renovación de la flota y a las bonificaciones tarifarias, que permiten viajar dentro del Ebro por medio euro. En cuanto a los desplazamientos fuera del Ebro, la línea a Barcelona (18% de los pasajeros) se impone claramente a la de Tarragona (5%).
El reto de atravesar Catalunya por la AP-7

Con vehículo privado sería un buen rato, y en transporte público, probablemente, impensable; pero, ¿qué reflexiones haría el tejido empresarial gerundense si viajáramos del sur al norte del país para preguntarle sobre su conexión actual con el territorio ebrense? “Con las Terres de l’Ebre la sinergia existe, como con el resto de Catalunya, pero la distancia nos condiciona”, apunta a VIA Empresa el vicepresidente de la Federación de Organizaciones Empresariales de Girona (FOEG), Eduard Ayach.
El vicepresidente de la FOEG subraya el desdoblamiento de la AP-7 como una de las principales necesidades del territorio: “Nosotros estamos en el otro extremo del país, y el único eje viario que tenemos es la autopista AP-7, una infraestructura que atraviesa Catalnya de arriba a abajo donde circula todo el tránsito del Mediterráneo, y es una vía claramente insuficiente por la densidad de vehículos que circulan y por el tráfico de mercancías. Se tiene que desdoblar”.
Ayach cifra en unas cuatro horas el tiempo que tiene que destinar un camión para transportar mercancías desde las Terres de l’Ebre hasta el territorio gerundense -o viceversa-. Un trayecto que desde el ámbito ferroviario “ni lo contempla”: “Hace muchos años que buscamos soluciones, que pensamos en una infraestructura ferroviaria en las tierras gerundenses con un centro intermodal en Vilamalla donde recepcionar mercancía, tanto de la península como de Europa, y hacer de hub ferroviario, un hub que las Terres de l’Ebre, por supuesto, también podría aprovechar. Pero ahora mismo no se contempla”.
Ayach: "L'AP-7 és una via clarament insuficient per la densitat de vehicles que hi circulen i pel tràfic de mercaderies"
Las declaraciones del vicepresidente de la FOEG se producen después de conocer el pasado mes de junio que Centrals i Infraestructures per a la Mobilitat i les Activitats Logístiques (CIMALSA), la empresa pública de la Generalitat de Catalunya encargada de la promoción, el desarrollo y la gestión de infraestructuras y centrales para el transporte de personas y mercancías, propuso un calendario “más realista” a la ejecución de la terminal intermodal que menciona Ayach. Cimalsa planeó el inicio de las obras para este 2025, después de definir este centro como una de las cuatro terminales estratégicas para Catalunya. Ahora bien, desde 2023 aún está pendiente que Adif licite la adaptación de la actual estación de Vilamalla al ancho ferroviario estándar, motivo por el cual la empresa pública de la Generalitat ha pospuesto inicio de las operaciones el año 2028.
El reto infraestructural pone en jaque el talento ebrense
“La atracción y la retención de talento es uno de los grandes retos que tenemos”, continúa Solà, quien, además de mencionar las infraestructuras viarias y ferroviarias, destaca las carencias en materia digital, básica para la retención del talento y, por supuesto, para la competitividad del tejido empresarial: “Aún hay zonas con carencias de fibra óptica y cobertura 5G, y esto limita claramente la competitividad de muchas empresas”. “Es evidente que la mejora de las infraestructuras internas de nuestras comarcas sería un acelerador clave, ya que haría más fácil el movimiento de talento, mejoraría la competitividad de las empresas y nos haría más atractivos ante otros territorios”, añade.
Solà: "Aún hay zonas con carencias de fibra óptica y cobertura 5G, y esto limita claramente la competitividad de muchas empresas”
Actualmente, la AECE fortalece el vínculo entre el joven talento y el tejido empresarial del territorio con programas de colaboración con centros educativos, FP y universidades para que los jóvenes puedan ver oportunidades y proyectar su futuro en las Terres de l’Ebre. La entidad también apoya la innovación y a la emprendeduría, y destaca la calidad de vida del territorio como elemento diferencial; una serie de medidas relevantes para combatir la desigualdad territorial en el Ebro e impulsar su crecimiento, pero que reclaman un plan de actuación por parte del Gobierno que garantice el paso al potencial del sur de Catalunya.
El plan Catalunya Lidera: "Positivo, si realmente se traduce en acciones y recursos efectivos para territorios como el nuestro”

En este sentido, el president de la Generalitat, Salvador Illa, presentó el pasado mes de mayo el plan Catalunya Lidera en las Terres de l'Ebre, una herramienta dotada con 18.500 millones de euros y 200 actuaciones previstas en los ámbitos de las infraestructuras, la modernización de los sectores industriales, el conocimiento y la innovación, la igualdad de oportunidades y el “buen gobierno”. "La prosperidad tiene que llegar a todos los rincones del país", aseveró Illa en la presentación del Plan. Ahora bien, ¿está realmente llegando?
“El plan Catalunya Lidera es positivo si realmente se traduce en acciones y recursos efectivos para territorios como el nuestro”, apunta Solà, quien celebra la existencia de una “visión estratégica para todo el país”, pero reclama que las Terres de l’Ebre “tengan un papel específico y prioritario”. Según el director ejecutivo de la AECE, el plan ha permitido abrir canales de diálogo con instituciones y agentes económicos, pero aún no ha visto ninguna bajada tangible de recursos ni proyectos que impacten directamente en el territorio ebrense.
Si bien aún es temprano para hacer una valoración del Plan, teniendo en cuenta que Illa pide cinco años para materializar "lo que en un momento de normalidad se haría en diez años", la nueva herramienta del Gobierno ha reafirmado el compromiso hacia proyectos ya anunciados, como el nuevo hospital universitario Verge de la Cinta, la mejora ferroviaria o la protección del Delta, entre otros. Paralelamente, Solà pide que Catalunya Lidera “incorpore la transición energética, la bioeconomía y la reindustrialización de las Terres de l’Ebre como piezas clave del desarrollo de Catalunya”.