
Catalunya vive momentos muy convulsos. El bloqueo de leyes, la mayoría independentista insuficiente en el Parlament y la reciente llegada de la COVID-19 hacen que todos los recursos se destinen a los dos proyectos más ambiciosos de la región: conseguir la independencia y acabar con la crisis de este nuevo virus. Aún así hay una cuestión olvidada que siempre es objeto de debate, pero nunca ha llegado la reforma que todo el mundo esperaba. El modelo de financiación autonómica de Catalunya está en crisis desde su última reforma en 2014. Els Amics del País, con la colaboración del Col·legi d'Economistes de Catalunya ha abierto un debate con los exconsellers Andreu Mas-Colell y Antoni Castells y el secretari general de Vicepresidencia y de Economía y Hacienda de la Generalitat, Albert Castellanos, para explicar las causas de este abandono y la necesidad de conseguir un nuevo modelo de financiación autonómica.
Antoni Castells ha abierto el debate dejando una reflexión en el aire: "no es sólo una cuestión catalana pero parece que si Catalunya no abandera la reforma de la financiación autonómica, no se habla de ello". El exconseller de Economía explica que el tema sobre la mesa del Govern es la independencia de Catalunya, y por lo tanto, cualquier otra cuestión, por trascendental que sea, resulta secundaria: "cómo perseguimos la independencia, nos desentendemos de todo lo otro. Tendríamos que conseguir que mientras trabajamos por objetivos ambiciosos como la independencia, la Generalitat tiene que estar presente en las cuestiones que ayudan al bienestar de sus ciudadanos".
Castells: "Cómo perseguimos la independencia, nos desentendemos de todo lo otro"
Los tres ponentes tienen pocas diferencias a la hora de hablar de las causas y soluciones que podían haber en el modelo de financiación catalana. "Necesitamos fortalecer la agencia tributaria catalana", exclama Andreu Mas-Colell. La agencia tributaria catalana tendría que estar dotada de las suficientes infraestructuras para poder establecer qué impuestos se tienen que pagar y cómo, tal como coinciden los tres ponentes. Dentro de esta misma cuestión se plantea una agencia mucho más clara con los ciudadanos. "Si se nos dice que por cada euro que aporta el contribuyente, la mitad es para Catalunya... Que así sea", explica Mas-Colell.
La transparencia de la gestión ha sido objeto de debate durante toda la mesa redonda. Tanto Castells cómo Mas-Colell y Castellanos están de acuerdo que el Estado español no es lo bastante transparente con la repartición de impuestos entre autonomías. España es un país con rentas muy variadas según el territorio donde vivas. De este modo, hay un reparto de impuestos porque aquellas autonomías con menos recursos subsistan gracias a autonomías más potentes. Esta repartición recibe el nombre de nivelación. "El dinero recolectado van a una caja negra y allí no sabemos muy bien que pasa", reflexiona Mas-Colell.
Los grandes contribuyentes
No es ningún secreto que Catalunya es una de las autonomías con la renta más alta de España y es por este motivo que es uno de los grandes contribuyentes a esta nivelación. Aún así, Castellanos explica que este reparto no siempre es tan claro como a todos nos gustaría: "No hay racionalidad en el proceso de nivelación, es un modelo poco transparente de redistribución de recursos entre territorios de más y menos capacidad fiscal".
Mas-Colell: "El dinero recolectado van a una caja negra y allí no sabemos muy bien que pasa"
Otra de las razones por las que el modelo de financiación actual no acaba de encajar con los ponentes es la reacción del Gobierno a la capacidad de endeudamiento de algunas comunidades autónomas. Andreu Mas-Colell explica los problemas asociados a la capacidad de endeudamiento de Catalunya: "el endeudamiento nos da libertad y capacidad, aún así con una estructura casi federal capacidad de deuda catalana depende en última instancia del aval del ministerio correspondiente".
De este modo y de acuerdo con la explicación del exconseller: "Este ministerio se podría colgar un poco demasiado, y el Gobierno podría llegar a desviar esta financiación, es decir, hacer pagar a las Comunidades Autónomas por cosas que son potestad del Gobierno central". Antoni Castells también añade que "la capacidad de endeudamiento de Catalunya tendría que utilizarse sólo en aquello que el Gobierno no tiene la potestad de financiar".
"Jugamos en un campo desequilibrado donde el árbitro se ha posicionado", replica Antoni Castells. El exconseller se refiere al modelo radial del Estado español. El solo hecho de que Madrid sea el centro del Gobierno central y a la vez una Comunidad Autónoma propia otorga en la zona "la totalidad de los poderes del Estado", afirma Castells.
Ante la cuestión del modelo radial, los tres ponentes están de acuerdo que disputarse la autonomía fiscal con Madrid es complicado. Tal como expresa Mas-Colell: "Madrid es autonomía de autonomía: tiene dinero de la diputación y tiene el gobierno central, por lo tanto el campo de juego no es plano, no podemos competir en competencia fiscal".
Castells: "Jugamos en un campo desequilibrado donde el árbitro se ha posicionado"
El mismo exconseller de Economía de la Generalitat expone su propuesta de desconcentración de poderes, lo que significaría dividir las instituciones del Estado en diferentes partes del territorio. "Si el Estado está compuesto de todas las comunidades autónomas, a cada una de ellas le toca el 20% de las instituciones del Estado".
Next Generation
Los dos exconsellers de Economía han propuesto al secretari general de Economía y Hacienda estar atentos a la repartición que hará el Gobierno central ante el dinero de los fondos europeos. El programa Next Generation de la Unión Europea son unos préstamos para reflotar los países después de la crisis de la COVID-19. De este modo, Mas-Colell y Castells se reafirman a la hora de vigilar las actuaciones del Gobierno ante los 140.000 millones de euros a repartir que recibirá España. "Podríamos verlo como un stress test para vigilar la reacción del Gobierno ante el reparto", recuerda Castells.
Aún así, Castellanos explica que una parte de la gestión de estos fondos van con indicadores, es decir, pequeñas explicaciones que piden ciertas cantidades de dinero según el territorio dentro de la UE. También reflexiona sobre el reparto en el interior del Estado español: "se pueden utilizar diferentes criterios como el PIB de la autonomía o la renta mínima de los ciudadanos, pero nos tendría que preocupar que los criterios sean claros y transparentes".