
“¿Cómo puede ser que la economía catalana crezca, el tejido empresarial también, pero que la renta per cápita baje?”. Con esta pregunta, el catedrático de la UPF-BSM y presidente del Observatorio de la PIME de Pimec, Oriol Amat, ha puesto en marcha la presentación de la 22a edición del Anuario de la pyme catalana. “El objetivo de la economía es el bienestar de las personas, y la renta per cápita está muy relacionada con el bienestar”, ha añadido, después de destacar el papel de las pequeñas y medianas empresas catalanas, que representan un 99,8% de las 536.382 firmas que componen el tejido empresarial catalán: “Somos un país de pymes”.
Amat: "Somos un país de pymes"
El acto ha sido presentado por el presidente de Pimec, Antoni Cañete, quien no ha tardado en mencionar la OPA del BBVA sobre el Sabadell: “El Banc Sabadell se encuentra en una situación de información diaria, ante una OPA hostil que plantea problemas de competitividad, que hemos apreciado desde el Observatorio”, ha dicho. La mención se ha producido delante de Xavier Comerma, director territorial de Catalunya del Banc Sabadell, a quien ha agradecido “el nivel de participación que la entidad bancaria ha demostrado en el anuario, y por el permanente apoyo que ha mostrado a la hora de compartir una información tan importante”. Por su parte, Comerma ha subrayado “el papel de potenciar y acelerar” que tiene una banca “cercana y local”, así como su “efecto multiplicador” del impacto de las políticas públicas.
Las pymes aportan un 66,2% de la ocupación en Catalunya

Si bien Cañete ha avanzado algún indicador, como el de la actividad económica de Catalunya, que fluctuó considerablemente durante la covid-19 y los años posteriores -pasando de una caída del 12% a un crecimiento por encima del 7%-, Amat no ha tardado en coger las riendas de la presentación del anuario para contextualizar una breve cata de los miles de datos que constan en el anuario: “El crecimiento registrado en 2023 ha sido de un 3%, y de cara a 2024 y 2025 nos encontramos ante unos datos que tienen una cierta homogeneidad y estabilidad”, ha apuntado el presidente del Observatorio de la PIME.
Amat no ha tardado en redirigir el foco sobre la pequeña y mediana empresa catalana, y ha destacado que de las 535.188 registradas en 2023 en el territorio, 310.156 empresas eran sin asalariados, mientras que 225.032 con. Por otro lado, sin considerar la Administración pública, los ocupados en las pymes representaron el 66,2% del total de las personas ocupadas en Catalunya, en una tipología de empresa que contribuyó con el 60,4% del valor añadido bruto en el conjunto de la economía, un indicador nuevo décimas inferior al registro de 2022.
"La botella más que llena, pero con retos"

Durante la presentación se ha recalcado los datos “muy positivos” que despliega el anuario, sin omitir aquellas que no lo son tanto. “Podemos ver la botella más que llena, pero tenemos retos”, ha continuado Amat. En este sentido, el presidente del Observatorio de la PIME de Pimec ha señalado el indicador de la productividad por trabajador del conjunto de la economía catalana, que en 2023 se situó en los 77.407 euros, 1.717 euros por debajo de 2022 (79.124), es decir, un 2,2% menos.
Este descenso se observa tanto en el caso de las pequeñas y medianas empresas -71.057 euros en 2022 ante 70.555 en 2023-, y sobre todo en el caso de las grandes empresas, que a pesar de generar una mayor productividad por ocupado han registrado un descenso superior -96.407 euros en 2023 ante 90.841 en el año 2022-. “Las pymes generan menos productividad por trabajador. Cuando aumenta la dimensión de la empresa, aumenta su productividad, por lo tanto, nos interesan empresas más grandes, ya que generan más riqueza”, ha añadido Amat.
Amat: "Cuando aumenta la dimensión de la empresa, aumenta su productividad"
Según los datos presentados en el anuario, el tamaño medio de las pequeñas y medianas empresas catalanas se situó en los 3,9 ocupados, una cifra un 1,8% superior a la de 2022. Concretamente, las microempresas registraron 2,6 empleados de media, ante los 19,6 en las pequeñas empresas y los 97,5 en las medianas. Es sólo en el caso de las pequeñas empresas donde este valor retrocede (-0,4%). Por otro lado, las grandes empresas registraron un crecimiento considerable (11,4%) hasta las 893,4 personas.
En clave sectorial, destaca el aumento de ocupados en el sector de la construcción y de los servicios (0,06% y 0,68% respectivamente, entre 2022 y 2023), a pesar de que el valor añadido bruto de este último sector cae un 2,86%. “En Catalunya observamos cómo está aumentando la actividad y la ocupación en el sector servicios, pero también cómo se reduce su valor añadido bruto por ocupado. Hay que apostar por la industria”, ha subrayado Amat, después de valorar positivamente el crecimiento que ha registrado el sector de la industria, del 6,88%.
Después de subrayar los principales indicadores del anuario, Amat ha mencionado las principales conclusiones que se pueden extraer, como la necesidad de impulsar la productividad con inversión en tecnología, formación del capital humano o el potenciación de los sectores con más valor añadido, así como la mejora de la eficiencia financiera, la diversificación y fortalecimiento de la base exportadora y la consolidación del crecimiento sostenible a través de los criterios ESG dentro de la gestión empresarial. “El tejido empresarial va muy bien, pero debe mejorar su productividad para mejorar el bienestar de la población, que es el objetivo real de la economía”, ha concluido Amat.
Cañete se pronuncia sobre la propuesta de reducción de jornada
Ahora bien, esto no ha sido todo: el secretario general del Departamento de Empresa y Trabajo, Pol Gibert, ha intervenido en la parte final del acto para celebrar la publicación del anuario de Pimec, ya que es necesario contar con “información fiable y realista para saber hacia dónde orientar las políticas públicas”, y ha recordado que el Gobierno ha iniciado varios planes para mejorar la competitividad de la economía catalana, con la voluntad de impulsar la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas “independientemente de la guerra comercial”.
Por otro lado, en el turno de preguntas, Cañete ha sido preguntado por el fracaso de la propuesta de reducción de jornada, y no ha tardado en declarar que la patronal catalana no se opone a esta medida, “pero sería necesario hablar de cómo se gestiona el tiempo de trabajo”. Además, ha apuntado que el hecho de basar en sanciones todos los cambios pertenecientes al control horario es un “error de dirección”.