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Uriach: conflicto y supervivencia

La poda puede ser una necesidad, aunque puede ser dura, generando sentimientos de frustración y traición

El empresario Joan Uriach fue clave en el impulso de la farmacéutica Uriach | EP
El empresario Joan Uriach fue clave en el impulso de la farmacéutica Uriach | EP
Jordi Tarragona
Consejero de familias empresarias
10 de Mayo de 2025

Joan Uriach Marçal (1929-2024) hizo poda en la empresa familiar Laboratorios Uriach, comprando su parte de las acciones:

 
  • A los dos hijos de sus dos primos Josep Maria y Lluís, hijos de su tío Francesc, cuando tenían poco más de 20 años, con pago de una parte fija y con pago a plazos, y una parte en función de los beneficios futuros, que nunca vieron. Se consideraron estafados y no mantuvieron relaciones posteriores. Se dice en el mundo de las adquisiciones y fusiones que “los variables están para deslumbrar a los vendedores y no ser pagados”.

  • A su prima Montserrat, hija del tío Trinitat. Propietaria del 33% en virtud de la muerte por infarto, con 28 años, en 1938, de su hermano Jaume —que fue vestido como “mártir de la cruzada” para aprovechamiento de la empresa familiar— y del pacto sucesorio con su hermana sin descendencia. Casada con un terrateniente rentista de Mollet, con patrimonio originario del siglo XIII. De carácter muy tradicional, siendo partidario de la Ley Sálica imperante en la transmisión de la propiedad de la empresa familiar de los Uriach, facilitó la venta; moralmente forzada en parte por la presión de su tío Joan Uriach Marçal. Mantuvieron siempre muy buenas relaciones familiares, a pesar de que en sus memorias el comprador calificó a su padre —viudo desde el nacimiento de su hija pequeña— como “el mayor putero de Barcelona”.

Los miembros de la cuarta generación, accionistas y no, comparten la copropiedad del panteón familiar. Algunos se han reencontrado —en algunos casos sin conocimiento de los predecesores— y mantienen excelentes relaciones. Reconocen que Joan fue listo, tenía sentimiento de heredero heredado de su padre, y que si no se hubiera producido la poda, seguramente la empresa hoy no sería lo que es, o quizás ya no existiría como empresa familiar, debido a la diversidad de intereses. Muchos eran puros rentistas, partidarios del dividendo sobre la reinversión. Estos no propietarios mantienen un cierto orgullo de pertenencia, pero la mayoría ha dado la espalda.

Si no se hubiera producido la poda en Uriach, seguramente la empresa hoy no sería lo que es, o quizás ya no existiría como empresa familiar

Esta óptica de la historia de la familia empresaria Uriach permite reflexionar sobre la dinámica familiar y las emociones en el proceso de relevo. La poda puede ser una necesidad, aunque puede ser dura, generando sentimientos de frustración y traición. La cultura de cada época respecto a los roles de género puede ayudar a entender decisiones pasadas. Las relaciones familiares pueden ser muy complejas; a pesar de críticas descarnadas, se puede mantener el afecto. El capital emocional es una realidad que, en este caso, se manifiesta en el orgullo de pertenencia de algunos de los ya no accionistas. En resumen, la historia de las familias empresarias puede tener diferentes versiones, en que se refleja la dureza de tomar según qué decisiones y las heridas que se pueden generar con ellas.