Los 'rockeros' de la innovación

Los expertos Pere Condom-Vilà, Xavier Marcet, Xavier Ferràs y Jaume Valls analizan el presente y futuro de la ciencia, la tecnología y la innovación en Catalunya y el mundo

Pere Condom Vilà presenta su libro 'Ciència, tecnología y startups' y habla sobre innovación | Cedida Pere Condom Vilà presenta su libro 'Ciència, tecnología y startups' y habla sobre innovación | Cedida

"Los rockeros de la innovación", "Las Grecas del knowledge" o "Thelma & Louise". Cualquier nombre es bienvenido para referirse a los expertos en innovación que han participado en la presentación del libro Ciencia, tecnología y startups del profesor e investigador de la Universitat de Girona Pere Condom-Vilà. Además del propio autor, este grupo selecto de académicos del ecosistema catalán incluye al consultor en estrategia e innovación Xavier Marcet, el profesor de ESADE Xavier Ferràs y el profesor de la Universitat de Barcelona Jaume Valls. Juntos, han establecido los pasos que tiene que seguir Catalunya para profundizar en la innovación y han analizado la situación de este campo en todo el mundo desde el auditorio del Parc Científic de Barcelona.

"¿Qué necesitan las grandes empresas para innovar? Vida científica, tecnológica y emprendedora". Esta es la premisa sobre la que Pere Condom-Vilà construye su nuevo libro. Montreal, Cambridge y Silicon Valley son tres de los ejemplos que pone como ciudades que tienen lo que buscan las empresas. Y es que las grandes corporaciones salen de sus fronteras en busca de ubicaciones donde establecer centros de I+D. "En los últimos cuatro años, Montreal ha sido protagonista de muchas noticias relacionadas con la inteligencia artificial: han establecido allí centros de investigación Google, Facebook, Microsoft, Samsung, Huawei, Novartis y un largo etcétera", ha explicado el autor del libro durante su intervención.

Asegura que la ciudad canadiense es muy similar a Barcelona, excepto el tiempo que hace. Pero, ¿qué tiene de diferente que las empresas quieren ir a innovar allí? "Las universidades y el gobierno apuestan claramente por convertir la ciudad en un hub de investigación", ha respondido su propia pregunta. Lo mismo pasa con Cambridge y Silicon Valley, las dos con una gran universidad como polo de atracción y generación de empresas innovadoras. "La creación de empresas convierte la ciencia y la tecnología para ligarla al territorio, y así es como se promueve el desarrollo económico en el siglo XXI", ha afirmado Condom-Vilà. Y ha añadido: "A la ciencia le falta una pata: la aplicación".

Xavier Ferràs: "Se habla mucho de transferencia del conocimiento, pero tendríamos que hablar más de concurrencia; no hagamos cosas para después buscar donde las colocamos"

En este sentido, ha puesto como ejemplo -para no imitar- Teherán, la capital de Irán. "Es uno de los principales polos científicos del mundo en número de publicaciones, muy por delante de Barcelona, pero es una de las últimas ciudades relevantes en número de patentes", ha explicado Condom-Vilà. Es decir, que "financian la ciencia, pero no obtienen la riqueza económica que se deriva de ella".

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Es precisamente la aplicación de las innovaciones uno de los principales problemas que encontramos actualmente, según coinciden los cuatro expertos. En este sentido, Xavier Ferràs pone en entredicho el uso de un concepto ampliamente extendido en innovación: "Se habla mucho de transferencia, pero creo que el término es incorrecto; hacemos cosas y después buscamos dónde las colocamos. Me gustaría hacer más concurrencia que transferencia: aquello que hemos hecho lo han pagado los contribuyentes y que se quede en una estanteria no es óptimo".

El llibre 'Ciència, tecnologia i startups' de Pere Condom Vilà | Cedida

El libro 'Ciència, tecnología y startups' de Pere Condom-Vilà | Cedida

En la misma línea, Pere Condom-Vilà reclama que "la ciencia piense intuitivamente en la aplicación de los hallazgos: la parte práctica de la ciencia tendría que estar en la mente del investigador". Y es que si hay mucha investigación e innovación pero no empresas que apliquen el conocimiento generado, no hay retorno económico. Este ejemplo lo introduce en la situación actual generada por el coronavirus: "Si no tienes la capacidad de desarrollar vacunas localmente, no tendrás la actividad económica derivada de este desarrollo y comercialización".

¿Para qué y cuándo se hace la innovación?

El profesor del Departamento de Economía de la UB Jaume Valls considera que hay un actor clave en todo este lío que es la innovación: las startups. El docente afirma que "no habría vacuna anticovid sin empresas como Moderna, que ahora ya son multinacionales pero que empezaron como startups". Según Condom-Vilà, las empresas emergentes están diseñadas precisamente para innovar. "Las corporaciones tradicionales, por su diseño, no pueden asumir proyectos de gran riesgo ni seguir el ritmo de los cambios tecnológicos; son los emprendedores y los inversores quienes aceptan los riesgos".

El consultor y presidente de Lead to Change, Xavier Marcet, profundiza sobre el tema del dinero y cómo se utiliza para innovar. "En la vida lo más fácil es innovar con el dinero de los otros, pero arriesgar el tuyo es muy difícil", afirma. Según Marcet, este es uno de los problemas principales de la innovación en Catalunya, la dificultad de gestionarla. Pero hay otro: "No tenemos un ecosistema de alto impacto: pasan cosas, pero necesitamos dar un salto y conseguir que los políticos nos hagan caso".

Xavier Marcet: "Tenemos un conjunto de startups que no está mal, pero en términos de impacto en el PIB, es muy inferior del que tienen las empresas medianas; tenemos que crecer"

Es una mescla de dinero público y privado que tiene que conseguir hacer crecer el ecosistema, que es el próximo paso. "Tenemos un conjunto de startups que no está mal, pero en términos de impacto en el PIB, es muy inferior del que tienen las empresas medianas. El próximo paso es hablar de scale ups", ha añadido Marcet. Pero puntualiza que "no es nuestro modelo que todas sean unicornios, tienen que ser empresas que den trabajo a la gente y que no paguen mal". Como consultor, asegura que las empresas con las que trabaja ya están convencidas de que es necesario innovar, pero que las preguntas que les surgen son dos: "para qué?" y "cuándo?".

Ahora, tanto Ferràs como Marcet ven una oportunidad en los fondos europeos del programa Next Generation EU. "La UE nos está diciendo: 'tenéis que competir en innovación, es o ahora o nunca'", los define Ferràs. Vaticina que vienen unos años muy buenos para la innovación en Catalunya y en Europa, que todavía no ha encontrado su lugar en "una guerra fría de competitividad entre una China con proyectos monstruosos y unos EE.UU. que no quieren perder el tiempo".

Para que sean, realmente, unos años buenos, Marcet se pregunta si sabremos aprovechar la oportunidad de los fondos del Next Generation EU: "Como ecosistema, tenemos que tener muy claro cuántas oportunidades por metro cuadrado somos capaces de generar y cuántas somos capaces de aprovechar; en los últimos años hemos tenido muchas del primer tipo; ahora, nos falta el segundo".

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