La victoria del pasado domingo del Girona FC en el campo del Barça por cuatro goles a dos ha marcado un hito histórico en el casi siglo de historia de la entidad gerundense. Después de este partido, el Girona ha pasado a liderar la clasificación de Primera División con dos puntos de ventaja sobre el segundo clasificado y nada más y nada menos que siete sobre el Barça. Además, tiene un cojín de quince puntos para entrar en las competiciones europeas de la próxima temporada y deja los puestos de descenso a treinta y un puntos de distancia. Es también el máximo goleador de la Liga, con una media que lo llevaría a acabar el torneo con noventa goles marcados. Todo esto cuando se ha disputado ya más de un 40% de la competición. Unas cifras verdaderamente impresionantes.
Detrás de este éxito hay una estructura muy compleja, unos profesionales bien seleccionados y muchas decisiones acertadas. Quien más quien menos sabe -lo explicamos en este artículo- que el principal accionista del Girona FC es el grupo que también es propietario del exitoso Manchester City, el City Football Group. Esta sociedad, con mayoría de capital procedente de Abu Dhabi, tiene ahora mismo el 47% del club catalán, mientras que detrás de ellos hay el magnate boliviano Marcelo Claure, que atesora un 35% desde su irrupción en 2020. Uno de los accionistas que entró de la mano del City es el agente de jugadores Pere Guardiola Sala (hermano, precisamente, del entrenador del club de Manchester), que mantiene un 16% de las acciones. Para Claure, multimillonario de las telecomunicaciones, no era la primera inversión en el mundo del fútbol porque en 2014 ya formó parte de un grupo inversor (junto con el exfutbolista David Beckham, los hermanos Mas Canosa y el fundador de SoftBank, entre otros) para abrir una nueva franquicia en la liga profesional de los Estados Unidos.
El principal accionista del Girona FC es el City Football Group, a la vez propietario del Manchester City de Pep Guardiola
El proyecto cristalizó en 2018 con el nacimiento del Club Internacional de Fútbol Miami, más conocido como Inter de Miami, o sea, el equipo donde hoy en día juega Leo Messi. Mucho antes de todo esto, en 2009 Claure intentó montar una franquicia del Barça en los Estados Unidos, pero la salida de Laporta de la presidencia del club azulgrana dejó el proyecto en un cajón. Antes nos hemos referido, de paso, en su origen de la fortuna de Claure en el mundo de las telecomunicaciones, y es que en 1997 montó la compañía Brightstar, con sede en Miami, que tuvo un gran éxito entre la comunidad latina de los Estados Unidos. Después ha sido vinculado a la firma de telecomunicaciones Sprint (ahora en manos de T-Mobil) y al grupo japonés SoftBank, entidad financiera de quien fue su socio en las bambalinas del Inter de Miami. Volviendo al Girona, hay que decir que el actual club fue fundado en 1930, al final de la dictadura de Primo de Rivera, después de veinticinco años de fútbol en la capital.
El primer equipo destacable de la ciudad fue el Strong FC, muy popular en la década de los años diez; más tarde apareció la Unión Deportiva Girona, que puso fin a sus actividades en 1929, pero sobre los restos del cual se edificó el actual Girona FC. No fue hasta el 2017 que los rojiblancos pudieron probar la Primera División, después de toda una vida navegando por Segunda B y Tercera. En la lista de presidentes históricos destacan nombres cómo Antonio Escudero Martínez y Jordi Roche Puigdevall, relacionados más tarde con el Barça por razones diversas. El ascenso propició el cambio de propiedad, cuando el City Football Group se interesó por este club catalán y decidió comprar, junto con Pere Guardiola, cerca de un 90% del capital. Los anteriores propietarios eran antiguos directivos de Canal + Francia. La entrada del grupo con sede en Emiratos Árabes ha aportado al Girona FC un importante grado de profesionalización y de solvencia, además de la posibilidad de acceder a algunos -no tantos cómo a menudo se piensa- jugadores de la burbuja City. Con todo, el éxito de la temporada presente tiene dos pilares muy claros: el director deportivo, Joan Enric Cárcel Ferrer (más conocido como Quique Cárcel), y el entrenador, Miguel Ángel Sánchez Muñoz Michel.
La entrada del grupo con sede en Emiratos Árabes ha aportado al Girona FC un importante grado de profesionalización
Una política deportiva y de fichajes excelente se ha unido al talento de Michel en el banquillo, uno de aquellos pocos técnicos -no es el caso de quien hay en Can Barça- capaces de mejorar las capacidades de sus jugadores. Tampoco podemos olvidar la figura de Delfí Geli Roura, presidente del club (no del consejo de administración, cargo que ocupa Pere Guardiola). La mayoría de forofos recordarán Geli como lateral derecho muy solvente con las camisetas de Atlético de Madrid, Albacete Balompié y Deportivo Alavés, pero mucho antes de todo esto el jugador gerundense vivió una época en qué fue denominado el Van Basten catalán por su capacidad goleadora. La temporada 1988-1989, jugando precisamente con el Girona FC en Tercera División, consiguió quedar máximo goleador del grupo catalán con la cifra espectacular de 28 dianas, con el que contribuyó decisivamente a que su club fuera campeón. Una temporada tan redonda le sirvió para fichar por el Barça, donde no acabó encontrando lugar en una delantera con Laudrup, Begiristain y Julio Salinas.
Por debajo de Geli, todavía hay un tercer nivel en el organigrama del club, porque allí encontramos al CEO, que es Ignasi Mas-Bagà, que proviene del mundo del marketing deportivo. En la secretaría técnica, justo por debajo de Quique Cárcel, hay otro histórico del fútbol catalán cómo Ivan Hammouch, que surgido del plantel del Barça, hizo carrera en el Terrassa FC, CE Sabadell y CE l'Hospitalet, en un periplo de casi veinte temporadas. Entre los miembros del scouting, es decir, los captadores de talento, encontramos otro personaje de renombre, cómo es Juan Carlos Moreno Rodríguez, que a mediados de los años noventa tuvo una irrupción muy destacada en el primer equipo del Barça, formando parte de aquel grupo liderado por Iván de la Peña y con acompañantes cómo Celades, Roger García, Luis Cembranos, Quique Álvarez o Toni Velamazán.
Todos estos engranajes están permitiendo que, con un presupuesto de unos 60 millones de euros (cifra todavía no confirmada oficialmente), los gerundenses estén compitiendo y superando equipos con presupuestos de 940 millones (Real Madrid), 860 (Barça) o 400 (Atlético Madrid). Si miramos la parte baja de la clasificación, comprobamos que el colista, la UD Almería, tiene un presupuesto de casi 100 millones de euros, mientras que los otros dos equipos en zona de descenso, el Granada CF y el RC Celta, mueven unas cifras de 60 y 103 millones, respectivamente. Todo ello ofrece una idea de la buena gestión que están realizando los gestores del club catalán y, a la vez, desvanece algunas críticas relativas al supuesto potencial financiero del equipo por pertenecer al grupo City. Hay que ver que sucederá en el 60% escaso que queda de liga y donde es capaz de llegar el Girona. Parece altamente probable que conseguirá alguna de las plazas que dan acceso a las competiciones europeas, lo que supondrá un importante estímulo económico para el club.