Joan Canadell, el vencedor que quiere reescribir la historia

Perfil y trayectoria del empresario activista que ganó al establishment catalán

Joan Canadell es el presidente de la Cámara de comercio de Barcelona. | Àngel Bravo Joan Canadell es el presidente de la Cámara de comercio de Barcelona. | Àngel Bravo

Dicen que Joan Canadell, actual presidente de la Cambra Oficial de Comerç Indústria i Navegació de Barcelona y del Consell de Cambres de Catalunya, es, básicamente, un activista. Un par de horas de conversación y una simple consulta en Wikipedia, confirman la tesis: Canadell es un activista. Pero, eso sí, es un activista documentado. Es decir, muy informado.

"Un par de horas de conversación y una simple consulta en Wikipedia, confirman la tesis: Canadell es un activista documentado"

Nacido en Barcelona en 1967, tiene tres hijos e inició su carrera profesional como ingeniero industrial y máster en marketing en diferentes empresas de gran volumen de facturación. Su salto de alto ejecutivo a empresario fue debido a una pequeña discrepancia de criterios. Él ya tenía un cierto perfil de activista político, determinada tarea política, sus jefes, residentes en Madrid, consideraron que aquel activismo era incompatible con la imagen pública de la firma, y Canadell, de un día para otro, decidió arriesgarse y convertirse en empresario, después de una breve etapa como consultor. Era 2012.

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Con el paso del tiempo, fundó Petrolis Independents -una empresa que proclama de forma clara su objetivo de ayudar a la independencia de Catalunya-, creó Giracat, dedicada a la organización de rutas turísticas en monociclo eléctrico, y también creó BCN Clúster Graphics, que trabaja productos y servicios de packaging y encuadernación para el mercado francés, donde advirtió que había una muy buena oportunidad.

En el campo de la política, Canadell se inició como militante de Esquerra Republicana, hasta que en Joan Carretero se escindió y fundó Reagrupament como reacción contra los pactos del tripartit de ERC con PSC e ICV de los años 2003-2006 y 2006-2010. Su objetivo, entonces y ahora, era contribuir a la actualización de un catalanismo político que ya iba mutando al independentismo, en un mundo global y en plena era de transformación tecnológica.

Para lograrlo (ya hemos dicho antes que es un activista documentado), consideró que con los partidos y las entidades convencionales no había suficiente y pensó que hacía falta disponer de una herramienta de conocimiento independiente de las administraciones públicas y de las organizaciones sociales tradicionales, y en 2008 fundó el Centre Català de Negocis (CCN), junto con otros empresarios, directivos y profesionales autónomos.

Con el apoyo de estas dos plataformas, la ANC y el CCN, Canadell y sus compañeros construyeron la candidatura Eines de País y ganaron contra todo pronóstico las elecciones en la Cambra de Comerç del pasado mes des mayo. Sus adversarios eran hombres muy fuertes del establishment catalán: el banquero Carles Tusquets, expresidente del Círculo de Economía; Enric Crous, exdirector general de Fira y de la cervesera Damm y Ramon Masià, abogado experto en temas camerales. José María Torres, presidente de la teleco Numintec, acabó fusionando su propuesta a la de Crous.

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Oficiosamente, Carles Tusquets y Trias de Bes era el candidato in pectore del presidente saliente, Miquel Valls. En la sala de máquinas de la candidatura trabajaba gente con mucha experiencia. La excelente relación de Tusquets con el gran empresariado del país no es ningún secreto. Crous, por su parte, había sido vicepresidente de la Cambra en tiempos de Antoni Negre, el auténtico renovador de la institución a finales del siglo XX, y contaba con el apoyo explícito de la patronal Pimec. Masià, sobrino político de Negre, conoce a fondo todos los resortes y misterios de la Cambra, desde que Negre fue elegido presidente la primavera de 1991. De hecho, Masià y el cerebro oculto de Tusquets habían colaborado codo con codo durante muchos años, habían sido artífices mancomunados de las victorias electorales precedentes de Valls y mantuvieron su alianza profesional… Hasta que la sintonía se acabó, como se acaban tantas cosas.

Con este panorama, la victoria de un equipo de entusiastas, más conocidos como activistas que no cómo empresarios, no parecía algo demasiado fácil. Las dos elecciones anteriores en la Cambra las había ganado Valls sin mucha oposición. Valls fue un hombre educado, tranquilo, dialogante y muy relacionado con lobbies y partidos, pero poco o nada partidario de cambiar el statu quo empresarial del país. Antes, Antoni Negre, un burgués ilustrado, solidario y amante de Mozart, que había sido independiente de todo y de todo el mundo -cosa nada fácil en tiempos de Jordi Pujol y Pasqual Maragall- consiguió sacar la Cambra de la aurea mediocritas donde había transitado anteriormente, en tiempos de los grandes lobbies barceloneses.

"Los activistas eligieron bien sus armas y con el apoyo de la ANC y el CCN organizaron una campaña silenciosa en las redes sociales que movilizó el suficiente voto para ganar por mayoría absoluta"

Pero ahora los activistas habían elegido bien sus armas y con el apoyo de la ANC y el CCN organizaron una campaña silenciosa a través de las redes sociales -básicamente whatsapp y twitter- que tuvo la virtud de movilizar el suficiente voto para ganar las elecciones por mayoría absoluta de escaños. De los escaños sometidos a elección del censo, naturalmente. Porque de los 60 escaños de la institución sólo hay 40 sometidos a votación. De los otros 20, hay 6 propuestos por la patronal y 14 reservados a las empresas que quieren hacer una mayor aportación económica, fijada en un mínimo de 75.000 euros por año.

Es decir, las grandes empresas que se lo pueden permitir. El antiguo sistema, en el que se votaban todos los escaños, correspondientes a 60 epígrafes, fue sustituido por el actual a raíz de la supresión de la llamada cuota cameral obligatoria, en 2011. Parecía pues que, en principio, Canadell y Eines de País tendrían pocas posibilidades de ganar.

La sorpresa fue enorme.

Estudios y redes sociales

No sabemos en cuántos grupos de Whatsapp participa Canadell, pero su cuenta de Twitter sí que está al alcance de todo el mundo: 73.080 seguidores y más de 92.000 piadas desde febrero de 2011. Parece evidente que a día de hoy las campañas electorales, que suelen ser permanentes- se juegan en buena parte en las redes sociales, a pesar de que él dice que buena parte de su éxito es debido al hecho de que la mayoría del empresariado actual sostiene posiciones independentistas.

De momento, él y su Comité Ejecutivo continúan confiando en el mismo equipo de trabajo de etapas anteriores; han puesto en marcha un sistema digital de consultas; han revisado el censo (vieja aspiración democrática cameral); han redactado el plan estratégico Catalunya 2030/2040, y han potenciado su servicio de estudios, tradicionalmente muy prestigiado entre todos los actores económicos y sociales del país.

Un gabinete de estudios riguroso, que últimamente ha cuantificado en 45.333 millones de euros el déficit acumulado de inversiones del Estado en materia de infraestructuras en territorio catalán y ha dado datos suficientes a su presidente para recordar que el déficit fiscal de Catalunya está cifrado en 16.800 millones de euros anuales, que el país produce el 20% del PIB del Estado español, que es la segunda región turística europea y la quinta en número de creación de startups, que Barcelona es la primera ciudad europea en número de congresos y que en Catalunya hay un 45% de las empresas multinacionales instaladas en España. En total, unas 6.800.

"Canadell sostiene que una Catalunya independiente sería capaz de lograr en un plazo de entre 10 y 20 años un PIB per cápita de 50.000 euros anuales y un salario mínimo de 1.500 euros mensuales"

Con estos y otros datos macroeconómicos, Canadell sostiene que una Catalunya independiente sería capaz de lograr en un plazo de entre 10 y 20 años un PIB per cápita de 50.000 euros anuales y un salario mínimo de 1.500 euros mensuales, equivalentes a las cifras que actualmente registra la República de Austria, un territorio sin litoral, con casi 9 millones de habitantes, de religión mayoritariamente católica y con un número de musulmanes casi equivalente al de los luteranos.

Además de presidente de la Cambra, Canadell es un amante del esquí y la montaña, juega a voleibol en l'Ametlla del Vallès, le gusta coger setas y es un gran aficionado de la historia.

"La historia -recuerda- la escriben los vencedores". Justo lo que él quiere ser: un vencedor. Un hombre que quiere reescribir la historia. De momento, ha empezado por la historia de la Cambra.

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