
2.500 millones de euros. Es la remuneración extraordinaria aprobada este miércoles por los accionistas del Banc Sabadell en una doble junta que ya es historia de la entidad vallesana. Sumados a los 3.600 millones que la entidad prevé repartir hasta 2027, el banco catalán espera premiar a sus accionistas con 6.300 millones de euros en dividendos en tres años. Es decir, el 40% del valor actual del Sabadell en bolsa. "No estamos tirando la casa por la ventana, aunque lo parezca", justificó el consejero delegado, César González-Bueno, el pasado 24 de julio. ¿La única condición para poder optar a ellos? Mantener las acciones del banco hasta entonces. O, dicho de otro modo, no canjearlas por títulos del BBVA el próximo mes de septiembre. En este caso, las apariencias no engañan: todo ello conforma el escudo sabadellense contra una OPA hostil.
No solo fue importante la doble aprobación de la venta del TSB y el megadividendo, sino cómo se produjo. Con un 99,7% de votos favorables respecto del 74,8% de los títulos reales del banco, el mensaje hacia los mercados puede parecer claro: los accionistas del Sabadell quieren continuar en solitario. Pero la lectura no es tan sencilla. El mismo exdirector del Banc Sabadell en Marruecos y Portugal, Santiago Tiana, ya aclaró hace unos días en VIA Empresa que votar a favor de las dos propuestas no quería decir rechazar la OPA. Aunque es imposible cuantificar qué porcentaje supone este perfil de accionista de entre el total que se manifestaron a favor, los analistas coinciden en que existe.
"El resultado es el esperado. No hay que extrapolar nada de esta votación al período de aceptación de la OPA", asegura taxativamente Jaume Puig, CEO y CIO de GVC Gaesco Gestión. A su vez, Xavier Brun, director del Máster Universitario en Finanzas y Banca en la UPF Barcelona School of Management, resalta a este diario que a menudo "los institucionales delegan el voto a lo que haga la junta, y ya les está bien".
Esto no quiere decir, sin embargo, que la casi unanimidad de la doble junta sea irrelevante. "La evidencia histórica en procesos similares apunta a una correlación fuerte entre el nivel de alineamiento entre el consejo y el accionariado, y el desenlace negativo de la OPA cuando no hay una mejora significativa en la oferta", apunta Xavier Fàbregas, director de finanzas corporativas de ALS Value. Por lo tanto, cuando menos, es reseñable el rechazo de los minoritarios a la votación de este miércoles. "Refleja muy bien cuál es el sentimiento del pequeño inversor. El BBVA deberá ganárselo si quiere tener éxito", agrega Brun.
Los analistas consultados por 'VIA Empresa' calculan que el BBVA deberá aumentar la oferta hasta un 20%; en caso contrario, se arriesga a "quedarse sin el Sabadell o bien que otro banco se lo quite"
Entre los analistas consultados por VIA Empresa existe el consenso de que la viabilidad de la operación dependerá del incremento de la oferta del BBVA. Actualmente, la prima negativa bordea el 7,5% después de los grandes resultados semestrales del banco vasco y, más importante aún, una vez reconocida la posibilidad de retirar la OPA. Onur Genç, consejero delegado de la entidad vizcaína, aplazó la decisión a después de la doble junta del Sabadell. Hoy por hoy, no existe ninguna confirmación sobre las intenciones del grupo de La Vela, pero sí que se conoce la reacción de las bolsas. Mientras el banco catalán ha subido un 1,99%, el BBVA lo ha hecho un 2,08%. Es decir, a pesar del apoyo masivo al escudo del Sabadell, el BBVA repuntó más el mismo miércoles.
Fuentes cercanas a la operación atribuyen los motivos a una tendencia, y es que los inversores habrían empezado a interpretar que la OPA no se producirá. Como resultado, la cotización de la entidad vasca se vería beneficiada, ya que los mercados apostarían más bien por el proyecto en solitario de los dos bancos. "Cada vez que sucede un hecho que complica la OPA, la acción del BBVA repunta", observan estos conocedores, que apuestan porque el grupo vasco aguante la propuesta hasta el final. A este fenómeno se le debe sumar el otro comportamiento que señala este jueves Tiana en su análisis: "Si el mercado interpreta que el BBVA está sobrepagando por el Sabadell o que la operación generará un retorno insuficiente, su cotización podría resentirse. En este escenario, el valor real recibido por los accionistas del banco catalán se vería automáticamente reducido".
¿Cuánto deberá subir la oferta el BBVA para tener éxito?
Con todo, el quid de la cuestión ya no es si el BBVA presentará una mejora, sino de qué intensidad deberá ser esta. Puig apuesta por una cifra "entre un 15% y un 20%". Si no lo hace, el analista advierte que el banco vasco "puede quedarse sin el Sabadell, o bien que alguna otra entidad bancaria lo haga y les tome el relevo". Hay que decir, sin embargo, que este segundo supuesto siempre ha sido descartado por González-Bueno, quien apuesta por un entorno financiero español sin ninguna OPA, una vez resuelta la actual.
Por su parte, Brun suscribe la tasa de incremento del 20% computada por Puig. "El problema es que la mejora sería algo negativo para el BBVA a corto plazo, ya que estaría sobre pagando por quedarse con un banco que en conjunto le daría un Return on Equity (ROE) aproximadamente del 10%, es decir, inferior que en solitario", apunta. Ahora bien, a largo plazo, Brun matiza que entre las sinergias previstas por el banco vasco y la financiación más barata que calcula que se produciría, la operación todavía podría ser "más o menos beneficiosa" para el BBVA.

Sea como sea, Fàbregas defiende, nuevamente, que el BBVA aplazará el aumento hasta el último momento y decidirá "en función de la respuesta institucional y del sentimiento del mercado, una vez se apruebe el folleto por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)". Hasta ese momento, ve "prematuro" anticipar escenarios.
"Es una partida de ajedrez donde cada vez quedan menos piezas y el último movimiento lo deberá hacer el BBVA", resume Brun. A medida que nos acercamos a la jugada ganadora, cada condicionante adquiere más peso que antes. Últimamente, desde el Sabadell han insistido mucho en las sinergias. El banco catalán las cifra en "cero euros", mientras que el vizcaíno reitera que puede conseguir 300 millones de euros de los 850 millones que había calculado en caso de fusión. El Sabadell lo pone en duda, y por eso ha prometido a sus accionistas que pedirá "transparencia" especialmente en este apartado al folleto final que el grupo de La Vela deberá presentar a la CNMV.
El Sabadell defiende que es "imposible" que se generen sinergias tecnológicas si el BBVA debe deshacerse de la plataforma del banco catalán -y de sus trabajadores-
"Puede ser razonable considerar que las sinergias plenas no serían inmediatas", avanza Fàbregas. El experto señala aspectos como "la integración de sistemas, reorganización de redes, ajustes operativos y condiciones reguladoras" como factores decisivos. Pero la mayoría de ellos se deberán mantener por separado durante tres años, tal como impuso el gobierno español a la fase tres de la operación. Otros más alcanzables son las sinergias tecnológicas, aunque igualmente han generado controversias, dado que el Sabadell defiende que es "imposible" que se generen si el BBVA debe deshacerse de la plataforma tecnológica catalana -y de sus trabajadores-, lo cual interpreta que también está prohibido.
El final de la partida está más cerca que nunca, pero el desenlace permanece un misterio. El BBVA tiene en su mano decidir si lo quiere jugar o, como comenta Brun, "dejar el resultado en tablas" y dar marcha atrás. Una eventual retirada consolidaría el proyecto en solitario del Sabadell, a la espera de medir el impacto que tendría en bolsa. De momento, desde La Vela se lo estudian en mitad de unas vacaciones en las que los jugadores apenas podrán descansar.